Vaca Muerta: escenario y ejes de los primeros meses de Marcelo Rucci al frente de Petroleros

El 10 de diciembre del año pasado Marcelo Rucci asumió la conducción del sindicato petrolero más importante del país, tras los casi 40 años en el cargo de su antecesor Guillermo Pereyra. A poco más de diez meses cumplidos en el cargo, hay una serie de ejes que ya marcaron su gestión y que generan polémica en Vaca Muerta. A grandes rasgos, el secretario general de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa unificó los reclamos y negociaciones salariales del sector a nivel nacional, haciendo pie sobre Vaca Muerta.
Logró por lo menos 8 acuerdos de peso (ver adelante) desde que está en el cargo y todos con una característica obstinación , y con menor –o igual- espacio al diálogo que el que ensayaba Pereyra.  Como contexto local, se vio un nivel de actividad y producción récord en la formación, tanto en gas como en petróleo, con un fuerte impulso de las exportaciones . Los altos precios internacionales apuntalaron las inversiones y también los ingresos de las petroleras.  Paralelo a esto, y como telón de fondo, transcurrió en un escenario -por lo menos- complejo de la economía nacional, en el que se proyecta un índice inflacionario anual abultado, cerca del 100%, lo que anticipa mayores reclamos.
La constante (y vieja) amenaza de paro   «Si vienen con otra cosa, nos vemos en la canchita». La frase pertenece al secretario general de Petroleros Privados de la región y describe la tesitura con la que el gremio encara las negociaciones con las petroleras . Por si quedan dudas, refiere a que, de no obtener resultados, el próximo paso es un paro.  Pese a que el listado de acuerdos entre empresas y gremios en el año no fueron pocos, según fuentes de la industria que consultó Energía On , la mayoría se firmó con un cierto grado de disconformidad por parte de las empresas.  Aseguran que el titular del gremio «no acepta» contraofertas y que las negociaciones se hacen con una amenaza de paro firme que «condiciona» los resultados. Nada ajeno a los acuerdos entre empresarios y sindicatos.
«Nosotros abogamos por lo que es la reducción de la conflictividad. Que haya acuerdos no implica necesariamente que se hagan en un marco normal de negociación «, le dijeron a este medio desde una operadora.  Los que lo conocen a Rucci y participaron de las reuniones que se realizaron desde que asumió y reemplazó al histórico Pereyra sostienen que la relación no era –tan- tensa al principio. El dirigente gremial tuvo un acercamiento menos «hostil» en su inicio de gestión que escaló con el paso del año, como una forma de mostrar y ganar poder.  «Siempre se prioriza no ir a un paro, eso es algo que atenta contra la productividad y por consiguiente también al gremio. Parar producción, es parar el crecimiento de Vaca Muerta y hoy el país está creciendo en esa línea y está exportando», dijeron desde otra empresa.
 Las preguntas que surgen sobre el futuro de Vaca Muerta  Algunas petroleras que forman parte de la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (CEPH) aseguran que lo que cedieron en lo que va del año estuvo «condicionado» a la forma de operar el gremio y para evitar paros. Los sindicatos, por su lado, ven un mejor escenario de actividad propicio para los reclamos nuevos e históricos.   Teniendo en cuenta que Vaca Muerta está en la puerta de un salto de escala importante, en la que se planea duplicar la producción en el corto plazo, surgen preguntas sobre cómo se mantendrá la baja conflictividad del sector.
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