El conjunto del mercado doméstico y las exportaciones del hidrogeno verde y sus derivados representarían para Uruguay una oportunidad de facturación anual de 300 millones de dólares por año hacia 2030 y para el 2040, una de facturación de 2100 millones de dólares. Ello implica, además, que esta industria se ubique en el 2% del PBI proyectado y genere más de 34.000 empleados directos para 2040.
Los caminos de la hoja de ruta
En cuanto al hidrógeno verde, el gobierno plantea tres fases a cumplir en los períodos 2022-2024, 2024-2029 y 2030-2040, respectivamente. La primer etapa busca el desarrollo del hidrógeno en el mercado doméstico, como así también, sentar las bases para un mercado exportador. Para lograrlo, se propone incentivar los primeros proyectos que utilicen este tipo de energía, comenzar con la regulación específica del sector y en el incentivo de investigación e innovación a partir del Fondo Sectorial de Hidrógeno lanzado este año.
La segunda fase tiene el objetivo de llevar el hidrógeno a un escalón más arriba en el sector doméstico, a la vez que busca empezar a operar en los primeros proyectos de exportación. Mientras que, en la tercera, y última fase, espera consolidarse en el mercado doméstico, a la vez que confía en que los avances en infraestructura logística y portuaria permitan escalar en el mercado exportador y abrirse camino en la generación de derivados del hidrogeno.