Las restricciones a las importaciones por la alarmante falta de dólares en el Banco Central comenzó a generar una situación crítica para las empresas del sector del oil & gas, que denuncian serias dificultades para proveerse de insumos y repuestos claves para las operaciones. DLS Archer, una de las principales compañías de servicios de perforación, puso en suspenso un importante plan para el desarrollo de Vaca Muerta.
La situación preocupa a las grandes compañías de servicio y a las pymes que integran la cadena de valor de la industria petrolera. Desde ambos sectores alertaron que corren riesgo la continuidad de las actividades en los pozos y ponen en suspenso los planes de inversión.
Desde DLS Archer informaron que habiendo realizado una inversión que ronda los USD 5 millones, tuvo que suspender los trabajos asociados al acondicionamiento y posterior puesta en servicio de un equipo perforador de última generación que estaba programada para septiembre de este año, con 50 puestos de trabajo en riesgo de continuidad.
La compañía tiene en operación 8 equipos perforadores en Vaca Muerta, sin embargo, crece la preocupación por el riesgo de tener que suspender sus planes si no se logra revertir las trabas a las importaciones.
En septiembre de 2019, apenas un mes después de que el gobierno de Mauricio Macri decretara el congelamiento del barril de crudo tras la brusca devaluación por su derrota en las elecciones primarias, DLS Archer decidió poner un marcha un plan para modernizar ocho plataformas perforadoras, ante la previsión de que el contexto del país no era propicio para la llegada de nuevas torres al país.
Trabas en el SIRA
La modernización de torres de perforación ha permitido generar pozos laterales más extensos, con récords de producción en los dos últimos años, que a su vez implicaron la generación de dólares por la exportación de crudo de Vaca Muerta, que son claves en el contexto de alarmante restricción externa que atraviesa el país.
Hoy, la falta de aprobación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), y la consecuente imposibilidad de retirar los elementos importados de la Aduana, afectan de forma directa a las empresas de servicios petroleros, las cuales son fundamentales para el funcionamiento y desarrollo de la industria en su conjunto.
«En este contexto de profunda incertidumbre, el tan ansiado desarrollo de Vaca Muerta se ve perjudicado y muchas empresas del rubro comienzan a manifestar la imposibilidad de garantizar las operaciones en el corto plazo», señalaron desde la empresa.
Hoy en Vaca Muerta operan ocho sets de fractura y la mayor son flotas antiguas. Ante las trabas a las importaciones, el desafío para el sector es trabajar contra rotura, no con reparaciones planificadas, o con el sobre stockeo de insumos y repuestos, con la consiguiente inmovilización de capital que ello implica, y que es una fuerte carga a la salud financiera de las empresas, sobre todo para las pymes.