Cómo será la obra de la reversión del Gasoducto Norte

El gobierno nacional lanzó hoy la licitación de la reversión del Gasoducto del Norte, una obra clave que permitirá reemplazar las importaciones de Bolivia con gas de Vaca Muerta, y que demandará una inversión cercana a los 710 millones de dólares.

La reversión implicará el abastecimiento con gas neuquino a las industrias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, así como la conexión de hogares a las redes de gas natural y el desarrollo a escala de nuevas actividades industriales, especialmente la minería de litio en el norte del país.

Según estimaciones oficiales, la obra -que consta de tres partes- generará 3.000 puestos de trabajo directos y 12.000 indirectos, y un ahorro anual de 1.960 millones de dólares en importaciones de gas y combustibles líquidos. Además, bajará el costo de generación eléctrica y del gas natural para las industrias.

La obra principal consiste en la construcción de un ducto de 36 pulgadas para unir, a la altura de la provincia de Córdoba, los dos grandes sistemas que abastecen al país operados por las transportadoras Gas del Norte (TGN) y Gas del Sur (TGS).

Se trata de un tramo de unos 122 kilómetros entre La Carlota y Tío Pujio, para vincular el Gasoducto del Centro Oeste (TGS), que parte desde Neuquén y llega a San Jerónimo (Santa Fe), y el Gasoducto del Norte (TGN) que se extiende desde Campo Durán, en Salta en el límite con Bolivia, y que llega hasta la localidad bonaerense de General Pacheco.

Además de la construcción del nuevo caño, se contemplan obras en 4 plantas compresoras existentes: Ferreyra y Dean Funes (Córdoba), Lavalle (Santiago del Estero) y Lumbreras (Salta), para revertir el flujo de gas que actualmente lleva el fluido importado desde Bolivia hasta el AMBA, para que la producción de Vaca Muerta llegue a las provincias del NOA.

La tercera parte de los trabajos son dos ampliaciones sobre el Gasoducto Norte, de 62 km con caños de 30 pulgadas.

Reemplazar a Bolivia

La obra permitirá y contar con mayor producción propia de gas para reemplazar los volúmenes que dejará de enviar Bolivia por el declino de sus yacimientos. Esa es la razón por la cual esta inversión se volvió prioritaria para el gobierno nacional, que buscará que esté operativa para mayo del año que viene para afrontar el próximo invierno.

El Gasoducto Norte -que se encuentra operativo desde 1960- tiene 1.454 kilómetros de extensión, y mediante la presión que le otorgan sus 12 plantas compresoras, logra una capacidad de transporte de 28 millones de metros cúbicos por día (MMm3/día), aunque hoy tiene capacidad ociosa.

Sobre parte del ducto existente, TGN ya concluyó las obras de reversión en las estaciones compresoras, con fondos propios y deuda corporativa. Para recuperar la inversión, la Secretaría de Energía aprobó un incremento en la tarifa de transporte.

La transportista intervino las plantas compresoras Leones y Tío Pujio para revertir la histórica dirección del flujo del gas, desde la planta compresora San Jerónimo, al sur de la provincia de Santa Fe, hasta el centro de de Córdoba. Eso también permitió incrementar el volumen de transporte un 40% (de 7 a 10 millones de m3 diarios),

La parte más grande de la reversión contará con el financiamiento acordado en abril con el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF por un monto de US$ 540 millones. El resto lo aportará Cammesa.

Llegar con el gas desde Vaca Muerta a las provincias del norte argentino permitirá, en primera instancia, abastecer la demanda de 6 millones de usuarios y la generación eléctrica de las centrales térmicas que hoy dependen del gas de Bolivia.

La presentación de ofertas en la licitación lanzada por Enarsa estará abierta hasta las 10:30 del 29 de septiembre, día en que se realizará la apertura de las propuestas. La compañía estatal planea adjudicar y firmar los contratos en octubre, para que la obra esté concluida en mayo de 2024.

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