Las petroleras de Vaca Muerta buscan producir un barril más «verde»

Si bien la agenda de la transición hacia fuentes de energía limpias gana cada vez más terreno, el consumo de combustibles fósiles seguirá dominando el mundo en las próximas dos décadas. Sin embargo, las compañías del sector se ven obligadas a mostrar acciones concretas que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero para acceder a financiamiento y ser competitivas. En Vaca Muerta, las principales operadoras ya tienen en marcha medidas para producir un barril de petróleo más “verde”.

El crudo de liviano que se extrae desde la roca generadora neuquina ya arranca con una ventaja considerable, porque no necesita tanto calentamiento para su tratamiento y eso genera menos emisiones que los pesados.

Pero con el crecimiento de la actividad que se proyecta para la próxima década, también se incrementará el consumo de energía para poner en producción los yacimientos.

Entre las principales productoras hay una diversidad de acciones de descarbonización. Por caso, Vista se trazó el objetivo de convertirse en una compañía net zero en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de alcance 1 y 2 para 2026.

Para ello, invirtió en unidades de recuperación de vapor, inertización de gas en los tanques de almacenamiento y electrificación de estaciones de compresión, según indica la empresa en su reporte de sustentabilidad.

Para reducir las emisiones de alcance 2 (que son las indirectas proveniente del consumo de energía eléctrica generada por un tercero) implementó iniciativas de eficiencia, y en 2022 firmó un acuerdo de provisión de energía renovable. Para este año, la compañía proyecta que el 20% de sus necesidades sean abastecidas por energía limpia.

Por otro lado, instalación de unidades de recuperación de vapor en tres instalaciones clave le permitió recuperar gas no tratado y redireccionarlo al proceso de compresión para su posterior venta.

Otro proyecto clave de Vista es la electrificación de los equipos de perforación, que actualmente funcionan con gasoil. Lo hará en etapas, en colaboración con Nabors, la dueña de las torres. Se construirán conexiones para vincular las locaciones de los pozos con la red interconectada nacional, se instalarán transformadores de voltaje y frecuencia en las locaciones para conectar las torres de perforación y se retirarán los generadores diesel para mantenerlos como apoyo.

Soluciones con la naturaleza

A su vez, Vista lleva adelante un plan de desarrollo de su propio inventario de créditos de carbono. Apuesta a las Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS, por sus siglas en inglés), que consisten en proteger y restaurar ecosistemas, así como evolucionar prácticas que permitan expandir los sumideros naturales de carbono, para absorber las emisiones remanentes y mitigar riesgos relacionados con el cambio climático. A fines de 2022, lanzó Aike NBS SAU, una subsidiaria conformada por expertos locales que apoyará con la generación de créditos de carbono de alta calidad.

Mientras que YPF, en su reporte de sustentabilidad de 2022, indica que sus operaciones en Vaca Muerta tienen una intensidad de emisiones de GEI por debajo del promedio mundial.

Entre las estrategias para reducir la huella de carbono hacia 2030, la compañía tiene como objetivo alcanzar el flaring cero, gestionar las emisiones fugitivas de metano, electrificar compresores, reemplazar la combustión diésel por la electrificación de plataformas de perforación y los sets de fracturas con combustible dual.

“En YPF tenemos la oportunidad de producir barriles de petróleo con una huella de carbono mucho menor al promedio mundial, lo que se va a convertir en un factor distintivo en la industria de energía”, indica el informe la compañía. Debido a que estima que la demanda de petróleo se va a mantener en la próxima década, YPF está enfocada en acelerar la monetización de esos recursos en el período 2023-2035.

“El petróleo no convencional de Vaca Muerta ha demostrado ser muy competitivo en términos de toneladas de CO2 por barril, por lo que nos enfocamos en disminuir aún más su huella de carbono, esfuerzo que replicamos en el segmento convencional”, agrega.

TotalEnergies, la mayor productora privada de gas del país, invertirá a través de su subsidiaria Total Austral 100 millones de dólares en los próximos tres años para alcanzar el 80% en la reducción de emisiones de metano en Argentina. La compañía informó una reducción del 60% en el período 2020-2023 y la ambición llegar a cero para 2050.

En Neuquén, la compañía trabaja en el reemplazo del 100% de las bombas neumáticas operadas con aire a través de skids energizados mediante paneles solares.

La reducción y eliminación de fuentes de venteo y flaring es otra de las líneas de trabajo de Total Austral. Ya concretó el apagado de dos antorchas y avanza en el estudio para el apagado de otras siete. Esas acciones se complementan con el monitoreo continuo para la detección de fugas en válvulas mediante tecnología de punta.

El proyecto más complejo que está llevando adelante la operadora en Vaca Muerta para reducir las emisiones de CO2 es la electrificación del yacimiento Aguada Pichana Este, a través de la construcción de una línea de alta tensión (132KV) de 43 kilómetros, que proveerá suministro eléctrico renovable a la planta.

El proyecto consiste en construir un tendido de la línea de alta tensión, entre la Estación Transformadora Loma Campana y la Estación Transformadora Aguada Pichana. La línea se vinculará al sistema eléctrico del Entre Provincial de Energía del Neuquén (EPEN).

El objetivo inmediato es poder reemplazar los termo-compresores por compresores eléctricos lo que permitirá una reducción de emisiones GEI de 28 ktCO2eq/año. En una etapa posterior, buscará abastecer toda la demanda eléctrica con fuentes renovables.

Por su parte, Pan American Energy (PAE) tiene en marcha acciones para optimizar continuamente sus procesos de monitoreo y gestión de emisiones de GEI de sus activos operados. La compañía lleva adelante una estrategia de mejora de la información asociada a los inventarios de emisiones en todas sus operaciones, con la incorporación de asesoramiento externo especializado y nuevas tecnologías de detección remota y medición.

Entre esas iniciativas se destacan:

– Proyectos para la captación de gases emitidos en sus tanques de almacenamiento de crudo, con la puesta en funcionamiento de unidades de recuperación de vapores (VRU).

– Implementación de programas de detección y reparación de fugas (LDAR) para reducir emisiones fugitivas.

– Proyectos de reducción de emisiones de metano en deshidratadores de glicol.

– Proyectos varios de Eficiencia energética de las operaciones.

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