El mismo no tendrá en cuenta a la población local y sólo les preguntará a los venezolanos si apoyan la creación de una nueva provincia junto a la asignación de la ciudadanía venezolana a los habitantes del lugar.
Para el Gobierno guyanés, el referendo representa una amenaza para la integridad territorial de Guyana y ha solicitado el apoyo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya y de los Estados Unidos.
«Nunca hemos estado interesados en bases militares, pero tenemos que proteger nuestro interés nacional. Hemos estado trabajando con nuestros aliados para garantizar un plan para todas las eventualidades«, declaró el vicepresidente de Guyana, Bharrat Jagdeo y anunció la visita de funcionarios del Pentágono.
Otro de los países involucrados es Brasil, que al principio intentó mediar sin éxito y ahora movilizó tropas a la frontera. «El Ministerio de Defensa ha estado monitoreando la situación. Las medidas defensivas se han intensificado en la región fronteriza norte del país, promoviendo una mayor presencia militar», afirmaron en un comunicado oficial.
El territorio en disputa alberga un tercio de la población de Guyana y representa dos tercios de su superficie. El fallo que determinó el control guyanés data de 1899, cuando formaba parte de una colonia de la corona británica.
Sin embargo, al independizarse, Caracas y Londres firmaron un acuerdo que abrió la puerta a encontrar una solución negociada entre las partes, cosa que jamás se cumplió.