Arce cuestionó, aunque no especificó a quiénes se refería, a quienes «no querían que se concluya este proyecto» y subrayó que «contra todos y contra todo, acá empieza a producir la planta de litio, porque el pueblo lo que necesita son este tipo de obras para avanzar estratégicamente».
Agradeció el mandatario a los profesionales de la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), a cargo de la factoría.
El objetivo de Bolivia, que tiene reservas por 21.000 millones de toneladas de litio en salares, es producir a escala industrial carbonato de litio de grado batería, para proveer a la industria de autos eléctricos.
Junto a Chile y Argentina, el país conforma el llamado «triángulo del litio«, el mayor depósito global del llamado oro blanco.
«Estamos industrializando lo que tenemos, nuestras materias primas, nuestra producción agropecuaria. Estamos industrializando en todo el país, para dar mayor y mejores fuentes de ingreso a nuestros municipios», remarcó Arce, según la agencia de noticias estatal ABI.
Y diferenció que «en el pasado» el país «tenía un solo producto y dependía del precio del gas», pero «eso se acabó y somos el Gobierno de la industrialización».
Actualmente, la etapa de industrialización de litio en Bolivia comprende una inversión de 2.800 millones de dólares, en convenio con las empresas chinas CBC (Catl Brunp & Cmoc) y Corporación Citic Guoan; y una rusa Uranium One Group, de la Corporación Rosatom.
Estas firmas internacionales extraerán el metal liviano de los salares con la tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL) y también construirán otras plantas de carbonato de litio.