La empresa estatal de energía (Enarsa) postergó por tercera vez el plazo de presentación de ofertas para continuar el proceso licitatorio para la construcción del segundo tramo del Gasoducto Nestor Kirchner (GNK).
La fecha original era el 1 de diciembre y se fue prorrogando, primero hasta el 20 de diciembre, después hasta el 22 de enero y ahora pasa al 22 de abril.
La demora se explica porque ningún privado esta dispuesto a asumir el proyecto con financiamiento propio. Lo curioso es que se trata de una obra nodal para acelerar los negocios de Vaca Muerta, la producción y transporte de gas natural para poder exportar hacia Brasil.
Como antecedente, vale recordar que en 2019 Mauricio Macri convocó a las empresas del sector a construir el primer tramo del gasoducto con financiamiento privado en el marco de los contratos de participación público privada (PPP) pero el gasoducto solo avanzó cuando el Estado nacional se hizo cargo de su financiamiento, con recursos propios y parte de la recaudación por el impuesto a las grandes fortunas aplicado en 2021 en plena pandemia.
El proyecto para la segunda etapa implica una traza de 524 km que van desde Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires hasta el distrito santafecino San Jerónimo, en las inmediaciones de Rosario donde se conectará al Gasoducto Norte.
Ocurre que también la obra de reversión del Gasoducto Norte entró en pausa. El secretario de Energía, Eduardo Rodriguez Chirillo, explicó que el retraso se debe a que «las ofertas se excedieron de presupuesto». Lo dijo durante su exposición en la Cámara de Diputados donde además remarcó «estamos trabajando pero le pongo un freno a seguir con el tema, nuestra preocupación está en el abastecimiento en el norte y estamos muy focalizados en eso, pero hago un freno así tratamos los temas de la ley».
Ningún privado esta dispuesto a asumir el proyecto del segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner con financiamiento propio. Lo curioso es que se trata de una obra nodal para acelerar los negocios de Vaca Muerta.
La obra de reversión del flujo de gas del Gasoducto Norte es crucial para el abastecimiento de la región norte del país. En caso contrario, la alternativa es pagar mas de USD 2000 millones de dólares en importaciones para que centrales térmicas que proveen energía eléctrica para la industria y hogares, y que no se queden sin gas durante el invierno.
El gasoducto norte fue planificado originalmente para importar gas de Bolivia, pero el declino de la producción hidrocarburífera boliviana y el boom de Vaca Muerta no sólo asegura el abastecimiento sino que permitiría exportar gas a precios super competitivos a San Pablo, el corazón industrial de Brasil.
Este proyecto incluye tres obras diferentes, una de las cuales es la construcción del tendido de 123 kilómetros entre Tío Pujio y La Carlota. Las restantes son la ampliación de 62 kilómetros del Gasoducto Juana Azurduy y la reversión del sentido de inyección de gas en las plantas compresoras de Ferreyra y Deán Funes, Lavalle en Santiago del Estero y Lumbreras en Salta. Se estima para la finalización de la obra, un plazo de 5 meses.
«A este ritmo no se llega a terminarlo antes del invierno» aseguró a LPO una fuente de una de las constructoras «esto pone en riesgo el suministro en la región norte del país, tanto en gas como en electricidad, porque de no llegar dejamos sin combustible a las centrales térmicas, ee apaga el norte» precisó la misma fuente.
La obra de reversión del gasoducto norte está presupuestada en USD 710 millones. La iniciativa cuenta con financiamiento parcial de un crédito del CAF por USD 540 millones, aunque cotizados al tipo de cambio oficial de la época de Massa cuando estaba en 350 pesos. Sobre la diferencia de USD 170 millones, se contemplaba originalmente contar con los fondos de Cammesa.
«Esto explica que el proyecto haya quedado en el limbo» aseguró la fuente que explicó que el gobierno libertario no se pone de acuerdo en legitimar el financiamiento de la mayorista estatal de energía eléctrica»
Lo cierto es que el proceso licitatorio fue iniciado por al anterior gobierno, pero la obra no fue adjudicada. La explicación oficial es que no hubo adjudicaciones porque las ofertas superaron los montos límite impuestos por el gobierno anterior. A pesar de esto se admitió la propuestas de la UTE Techint-Sacde por ser la oferta más competitiva.
En paralelo se sucedieron varias reuniones para presionar al Gobierno para que revise su decisión de frenar la obra del Gasoducto del Norte, tal como reveló LPO.
Esto pone en riesgo el suministro en la región norte del país, tanto en gas como en electricidad, porque de no llegar dejamos sin combustible a las centrales térmicas, ee apaga el norte.
El ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, recibió los reclamos de los representantes del «Grupo de los Seis», sello que agrupa a la Cámara de la Construcción, la UIA, los bancos, la bolsa, la Sociedad Rural y la Cámara de Comercio; así como de la UOCRA que conduce Gerardo Martinez.
La posible marcha atrás de Milei tiene sentido si se observa la influencia de Paolo Rocca en su gobierno. El dueño de Techint fue el principal financista de su campaña y una vez que Milei llegó al poder le entregó el control de YPF y todo el control del área energética. El empresario funciona en los hechos como una suerte de tutor de los ministros.
Mientras que Gerardo Martínez, como contó LPO, es el principal aliado de Milei en el mundo sindical y quien operó para que la CGT desactive el paro.
Tras los encuentros, fuentes oficiales informaron que se está considerando la posibilidad de exceptuar a la obra del freno total a la obra pública que anunció Milei