YPF buscará en las próximas semanas avanzar con el megaproyecto del Vaca Muerta OIL Sur, con el objetivo de abrir una nueva vía exportadora para el petróleo neuquino, a través de una terminal exportadora en Punta Colorada, en la costa de Río Negro.
Un paso clave que dará la petrolera bajo control estatal será la convocatoria este mes a las demás productoras de la cuenca a una mesa para abrir la discusión en torno a la financiación de la megaobra, que demandará unos 2.300 millones de dólares.
El oleoducto recorrerá territorio rionegrino desde Allen hasta Punta Colorada, donde se construirá una playa de almacenaje y una terminar de carga con dos modernas monoboyas para buques tanqueros de gran porte. Incrementará la capacidad de evacuación del crudo de Vaca Muerta en unos 400 mil barriles diarios en su etapa inicial, para alcanzar unos 800 mil barriles cuando se construyan las estaciones de bombeo.
Socios en el riesgo
La idea del flamante presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, es que los socios interesados en transportar petróleo se sumen desde el día con el aporte de financiamiento. Es decir, que todos inviertan a riesgo. «YPF ya no será la empresa boba de la Argentina», comentan en la petrolera en relación a la nueva cosmovisión que transmite el ex directivo de Tecpetrol.
Es que la compañía bajo control estatal ya avanzó durante 2023 con aspectos fundamentales de la obra como la ingeniería básica y los estudios de impacto ambiental aprobados por la provincia de Río Negro tras la realización de audiencias públicas en Sierra Grande, además de acumular un minucioso trabajo político con las intendencias.
La gestión anterior ya tenía cerrado un un preacuerdo con la mayoría de sus socios y operadores para trabajar en conjunto.
El rol de un ex Techint
Para liderar el proyecto, Marín convocó a Gustavo Gallino, ex Techint, quien tuvo un rol protagónico en la obra del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, como director director general del área de Ingeniería y Construcción del grupo conducido por Paolo Rocca.
Gallino tiene la misión de moverse rápidamente para iniciar la obra clave que permitirá potencial el desarrollo petrolífero de Vaca Muerta.
Se descarta que la gran mayoría de las productoras de Vaca Muerta están interesadas en asociarse para concretar una nueva vía de exportación del crudo, con el horizonte de que la producción neuquina se eleve a un millón de barriles diarios hacia final de la década.