El shale dominó el crecimiento de la producción en la última década

Ya nadie pone en duda el potencial de Vaca Muerta. El 2013 marcó el inicio de la aventura del shale y hoy se disfrutan las mieles de los proyectos no convencional. La última década estuvo marcada por el crecimiento del no convencional y se espera que el futuro esté marcado por los proyectos de exportación.

Si bien el comienzo de los trabajos en la roca madre de la Cuenca Neuquina estuvo repleto de dudas en la industria hidrocarburífera, el traslado de la curva de aprendizaje de Estados Unidos fue perfecta y en la actualidad ya se piensa en generar una nueva tecnología que esté enfocada directamente en las características de Vaca Muerta.

El desarrollo de la formación no convencional ha logrado “surfear” los vaivenes de la economía y la inestabilidad del poder político. Una muestra de ello quedó reflejada en el informe del Instituto Argentino de Energía (IAE) “General Mosconi” donde se establece que el shale explica como la producción nacional logró crecer en la última década.

El trabajo analiza los datos de la Secretaría de Energía de la Nación entre 2013 y 2023 y explica que la caída de la producción se detiene en 2018 y, durante los años 2022 y 2023, la producción aumentó de manera significativa, un 13,5% y 9% anual, respectivamente, y alcanzó el nivel más alto de la última década.

Para el Instituto, la producción de petróleo aumentó en los últimos diez años en un contexto de reservas comprobadas que se recuperan luego de varios años de caída a la vez que se han observado transferencias crecientes a la producción en distintas versiones (Ej. Barril Criollo) durante buena parte del periodo, y de precios internacionales que han sido favorables.

“Durante el año 2023 la producción de petróleo llegó a los 36.868 Mm3 y marca un récord de la última década. Estas cifras arrojan un incremento absoluto del 16,1% entre los años 2013 y 2023, de lo cual se desprende que la producción aumentó a una tasa promedio anual del 1,5% en el periodo descripto”, describe el informe.

Un dato significativo es que en la última década la producción anual de petróleo aumentó, respecto del año anterior, en 6 de los 10 años del periodo. Dentro de los seis años de variación positiva se puede observar que el año 2015 tuvo un virtual estancamiento de la producción mientras que 2021 se explica por el recupero postpandemia.

Es decir, los años de crecimiento genuino de la producción han sido 2018, 2019 y, en particular, 2022 y 2023.

El shale oil sigue marcando el pulso de Vaca Muerta.

El shale oil sigue marcando el pulso de Vaca Muerta.

El rol del shale

El dato que sobresale en el informe es que la Cuenca Neuquina es la única región que registra un aumento en todas las mediciones en los últimos 10 años. En la actualidad, la cuenca representa el 63% del total de la producción nacional, tuvo un aumento del 79,7% en la última década y muestra un incremento promedio anual del 6% en el periodo.

Además, la producción del último año fue 17% superior a la del año anterior, y promedia una tasa de crecimiento del 20,9% en los últimos tres años.

“En cuanto a la desagregación de la producción por tipo de recurso, la dinámica es algo diferente: la producción no convencional de shale y tight oil continuó creciendo en 2023 en contraste con la caída observada de la producción convencional que representó el 52% de la producción petrolera en 2023”, describe el documento.

El trabajo del IAE Mosconi también marca que la producción no convencional, impulsada por el shale oil, crece durante todos los años en la última década llegando a representar el 48% del total del petróleo producido en 2023.

Asimismo, la producción no convencional creció a una tasa promedio anual del 42,6% entre los años 2015 y 2023, periodo en el cual se puede considerar que ha tenido una producción suficiente a modo comparativo anual.

En este sentido, el informe subraya que la producción de shale oil creció 26% entre 2022 y 2023, mientras que la producción de tight oil se redujo 2,9% en el último año. En conjunto, la producción no convencional de petróleo en 2023 es 25,3% superior a la del año anterior.

Hay que destacar que el shale oil no solo predomina sobre el Tight Oil sino que también explica todo el crecimiento no convencional y es determinante para observar la variación de la producción total en el 2023.

En este sentido, el shale presentó una producción de 17.739 Mm3 en 2023 con una tasa de crecimiento del 44,5% promedio anual entre 2015 y 2023, mientras que en el caso tight oil la producción fue de 332 Mm3 observándose una tasa de crecimiento promedio anual del 10,8% en el mismo periodo.

El shale compensa el convencional

  • El declino más grande: la Cuenca Austral es quien tiene la mayor caída en la producción de la última década, con una disminución absoluta del 56,6% y una tasa promedio anual de caída del 8%.
  •  El norte sin horizonte: la Cuenca Noroeste exhibe una disminución absoluta del 46,9% entre los años 2013 y 2023, y una tasa promedio anual de caída del 6,1%.
  •  Una caída que preocupa: la Cuenca del Golfo San Jorge tuvo una disminución absoluta del 22,6% entre 2013 y 2023. Esto implica una tasa de disminución promedio del 2,5% en la última década. Por otra parte, la producción de petróleo en la segunda cuenca petrolera más importante del país disminuyó 1% en 2023 respecto de 2022. Esta cuenca presenta cinco años consecutivos de caída interanual a una tasa y promedio del 2,9%.
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