Vista es una de las compañías que viene liderando el desarrollo de Vaca Muerta. En abril, la empresa cumplirá sus primeros seis años y hoy cuenta con una producción de 60.000 barriles de crudo, pero busca seguir creciendo en los próximos años.
En el marco del evento Vaca Muerta Insights, organizado en forma conjunta por LM Neuquén, Más Energía y Econojournal, Matías Weissell, operations manager de Vista, afirmó que el plan de aceleración de la compañía se basa en una capacidad de inversión anual de 900 millones de dólares.
Asimismo, el directivo manifestó que para el 2026, la compañía duplique su tamaño y llegue a la producción de 100.000 barriles equivalentes de petróleo y duplique el EBITDA.
“Nosotros pusimos un plan público de inversión acelerado en septiembre del año pasado, en un momento coyuntural muy particular entre las PASO y la primera vuelta, por lo cual nuestro racional de plan de negocios era independiente de cualquier condición macroeconómica o cualquier marco político. Porque Vaca Muerta es parte de la solución de la macroeconomía de Argentina”, afirmó.
Vista constractualizó en firme su capacidad de transporte al 2026 para tratar de sortear los obstáculos de ese cuello de botella.
Chile es una salida del crudo de Vaca Muerta y se planea pasar de 40.000 barriles a 70.000 barriles en el corto plazo. Vista pone su mirada en el mediano plazo y espera por el proyecto Vaca Muerta Sur pueda significar el salto que espera la producción del shale.
La proyección de Vaca Muerta, según Matías Weissel y Vista Oil
Pese a su juventud, Matías Weissel es una voz más que autorizada en la industria: acumula más de 15 años de experiencia con grandes resultados, en su mayoría en YPF, donde lideró proyectos de tight gas y de shale. Sin ir más lejos, fue él quien estuvo detrás de Loma Campana, el primer desarrollo de no convencional del país y de la compañía, pero además el más importante del mundo sin contar a Estados Unidos.
Ahora, como Gerente de Operaciones de Vista, Weissel asume la responsabilidad de las operaciones de la compañía de Miguel Galuccio –hoy la segunda productora de shale oil de Argentina y la novena de gas de la región– en los activos convencionales y no convencionales, siempre con el foco puesto en Vaca Muerta y bajo un plan ambicioso de llegar a los 100 mil barriles diarios para 2026.
Bajo su mirada, sin embargo, el salto de producción solo puede darse en un contexto reclamado por muchos jugadores del sector: una macroeconomía ordenada y la necesidad de que Vaca Muerta sea considerada como una política de Estado.
Ingeniero industrial egresado del ITBA, la edad de Weissel le permite escuchar de cerca el pensamiento de la próxima generación de líderes, aquellos jóvenes que hoy se están formando con una base de inquietudes muy diferente a la de quienes hoy ocupan posiciones centrales. Y eso es lo que le permitió advertir ya hace casi un lustro, por ejemplo, que “Vaca Muerta es una oportunidad de no más de dos décadas”, en parte por las exigencias sociales sobre el sector.
“Como industria creo que tenemos el compromiso de entregarle a la Argentina y al mundo la demanda de energía que necesita; eso quiere decir que esa energía tiene que ser accesible, limpia y eficiente”, aseguró a +e.