La OTC de Houston es una conferencia con el foco en la tecnología offshore y el debate sobre los escenarios futuros. Esos dos ejes se cruzan en Argentina de manera irremediable porque esta semana comienza la perforación del primer pozo exploratorio en la Cuenca Argentina Norte (CAN), el proyecto Argerich x-1. Y las expectativas son grandes por la posibilidad de sumar una nueva cuenca productiva al portafolio nacional que hoy lidera Vaca Muerta.
«Un poco es culpa mía», dijo Marcelo Guiscardo, presidente Clúster de Energía Mar del Plata y fundador de la empresa QM Equipment, S. A. En diálogo con +e, al ser consultado sobre las altas expectativas que despierta la aventura offshore nacional. «Hubo que vencer una oposición de desconocimiento que había en la provincia de Buenos Aires, y se hizo hablando de las bondades de los proyectos», recordó al hablar de la presión de los stakeholders bonaerenses.
«Lo que yo siempre digo es que estamos haciendo la primera perforación. Y hoy tiene el 20% de chance de encontrar petróleo, no el 100. El 20, es nada. Y si encontrás tenés que ver si es rentable», dijo Guiscardo y agregó: «todo eso es difícil de explicar cuando te parás frente a la gente y hablás de las bondades del proyecto». Un baño de realidad.
Vaca Muerta y el país petrolero
Sin embargo, según Guiscardo «Vaca Muerta por muchos años va a ser el lugar donde se va a producir petróleo». Explicó que si el primer pozo offshore sale bien, la primera producción de crudo podría ser en 2032.
«Entonces, el ramp up de Argentina, convirtiéndose en un país petrolero donde va de 600.000 barriles a 1.400.000 barriles por día, lo va a hacer Vaca Muerta, no lo va a ser offshore. Lo que pasa, que el offshore tiene la potencialidad de ser otro Vaca Muerta, donde se puede potencialmente producir otro millón o dos millones de barriles por día. Entonces, Argentina va a pasar de producir 60.0000 hoy a 1.500.000 dentro de 5 años y a lo mejor, dentro de 10 años, estaremos produciendo 2.500.000. Pero en eso, el offshore viene mucho más atrás que lo que estamos hablando ahora de lo que va a pasar con Vaca Muerta».
«Nosotros los vemos a Vaca Muerta como algo que está sucediendo, a pesar de las condiciones que tuvimos el año pasado y está creciendo, y ahora con las condiciones que tenemos para futuro, en donde es más fácil importar y exportar de divisas y equipamiento, va a crecer más rápido», apuntó.
El ahorro de las turbinas a gas
Guiscardo es una de las caras más representativas de la empresa marplatense QM, que puso en Vaca Muerta los primeros equipos de fractura alimentados con turbinas a gas. Hubo experiencias anteriores, que como en toda curva de aprendizaje, natural en la industria hidrocarburífera, fueron pasos previos al desembarco de los equipos nacionales.
En ese sentido, explicó que el año pasado el número de sets de fractura subió de 8 a 9 y estimó que en los próximos dos años ese número podría llegar a 14. En ese escenario, Guiscardo ve una oportunidad «poder traer nuevas tecnologías y nosotros estamos tratando por todos los medios de migrar de diésel a gas».
«Entonces, tanto sea con turbina, con motor reciprocante, para nosotros el proyecto de la turbina es ese que más nos gusta en este momento, porque es una forma de llevar directamente de la turbina a la bomba, mediante una transmisión nueva que se diseñó por el CPG acá en Estados Unidos y que realmente es un un concepto tecnológico que nos pone arriba de cualquier otra cosa que se esté usando hoy acá o en China, que son los únicos dos lugares donde se está construyendo ese tipo de tecnología», agregó.
Además, a tono con el tema que mira el mundo petrolero: la captura de carbono, el presidente del Cluster marplatense que eso que están viendo todas las compañías que generan huella de carbono en su actividad y quieren modificar esa situación «necesitan migrar de diésel a gas. Por lo tanto el trabajo no es solamente en la parte de fractura, pero también en la parte de compresión, en la parte de generación. En la parte de perforación, ya hay compañías que están yendo de tener generación a diésel, a tener generación a gas, para para el equipo eléctrico de perforación».
«La turbina gas está hecha para funcionar meses y no le molesta funcionar 24 horas», explicó al comparar el sistema que impulsa respecto de los sets que utilizan motores de combustión y que trabajan 20 horas por día. «Acá, el único tema es tener el gas en locación para poder usarlo. Para eso también se están haciendo proyectos para llegar hasta los lugares con manguera flexible. Es una compañía muy buena en Neuquén, que está fabricando sus propias mangueras», agregó.
El ahorro, teniendo en cuenta el consumo de energía, es clave plantea Gusicardo: «un set de fractura, gasta unos 15 a 20 millones de dólares por año en diésel. Así que si eso lo reemplazás por gas, el gas al precio de venta, que no es el precio del costo de la operadora que saca gas, que no necesita, es 5 millones. O sea, que ya te ahorrás 10, 12, 15 millones de dólares por set. Entonces, definitivamente, lo que te gastes para llevar es inflexible, no es algo realmente que te impida hacer el proyecto».