El fracking no puede hacer más: los pozos de petróleo se secan y no hay reemplazo a la vista

El boom del fracking (fracturación hidráulica) y del shale oil (petróleo de esquisto) ha sido clave para mantener el precio del petróleo en niveles relativamente asequibles en la última década. Sin esta industria que ha permitido duplicar la producción de petróleo en EEUU, el barril de crudo probablemente habría sido mucho más caro ante el drástico crecimiento de la demanda en China y la India. Sin embargo, tras una década dorada (con sus altos y sus bajos),el fracking ya no puede hacer más por los consumidores de crudo. Todo hace indicar que la industria ha tocado techo y a partir de ahora comenzará a vivir una suerte de consolidación que terminará en una caída de la producción de este petróleo ligero y dulce que ha calmado la sed de crudo global.

De los 13 millones de barriles que produce EEUU cada día, alrededor de 8 millones son de shale oil o petróleo de esquisto extraído tras fracturaciones hidráulicas del terreno que permiten llegar al crudo que albergan estas formaciones. El crecimiento ha sido espectacular, puesto que en 2013 apenas se producía petróleo a través de esta técnica. Una sola región ha tenido casi el 100% de la culpa de toda esta revolución: la Cuenca Pérmica, situada entre Texas y Nuevo México, produce 6 millones de barriles de crudo cada día. Al igual que el resto de la industria, son cada vez más los expertos que hablan de un proceso ya de consolidación (en lugar de crecimiento) o incluso que aseguran que la Cuenca Pérmica se está ‘secando’.

La Cuenca Pérmica de EEUU es el gran icono de la industria petrolera del país. Una zona semidesértica en la que se atisban en lontananza bombas extractoras, torres de perforación y grandes camiones cisterna, que transportan crudo y los fluidos necesarios para implementar la fractura hidráulica (fracking) y extraer el petróleo no convencional, producido a partir de esquistos bituminosos.

Esta región se ha convertido en el corazón petrolero del país gracias formación geológica extremadamente favorable que ha permitido a las petroleras americanas disparar su producción en ‘casa’. Esta bonita historia está llegando a su final por varios factores. Frente a los que argumentan que el petróleo recuperable pronto empezará a escasear, hay quien dice que son las propias fuerzas del mercado las que van a provocar más pronto que tarde un descenso de la producción en esta zona.

Todo hace indicar que ha comenzado el ocaso del fracking: «Esperamos que la producción de petróleo de esquisto de Estados Unidos alcance su punto máximo este año para empezar a contraerse 2025, impulsada por una combinación de una mayor consolidación de la industria, una productividad que ha comenzado a estancarse y por la caída de los precios del petróleo. A pesar de esta reducción de la oferta de esquisto estadounidense», aseguran desde Capital Economics.

Aunque esta vez parece la definitiva, no es la primera vez que los analistas pronostican el principio del fin del crecimiento de la industria del fracking americano. Ya en 2023, los economistas de Bank of America Merryll Lynch vaticinaron un estancamiento inmediato que no llegó a producirse, puesto que en 2023 y parte de 2024, la producción de shale oil ha seguido aumentando ante un mayor aprovechamiento de cada pozo de petróleo ya perforado y en funcionamiento. Cada gota de petróleo cuenta.

Los tres lastres del shale oil

Joe Maher, economista de Capital Economics, concede este punto a favor de la industria del shale oil, pero cree que pese incluso esta técnica de aprovechar al máximo cada pozo gracias a la perforación horizontal (se puede acceder a una mayor cantidad de crudo) también tiene límites: «La producción estadounidense de petróleo de esquisto ha seguido expandiéndose a pesar de la consolidación y la disminución en el número de plataformas de perforación en busca de petróleo. Sin embargo, creemos que la producción de petróleo de esquisto de Estados Unidos se está acercando rápidamente a un máximo y disminuirá ya el próximo año». Aunque el fracking de EEUU no tiene sustituto, otros paísesArgentina están viviendo su particular boom de la fracturación hidráulica, que solo podrán compensar muy parcialmente la recesión de esta industria en EEUU.

Maher explica que el crecimiento de la productividad de los nuevos pozos petroleros ha comenzado a desacelerarse con intensidad. «A medida que el crecimiento de la productividad de los pozos nuevos se desacelere y los pozos más antiguos vayan madurando (se vayan quedando sin petróleo), siempre en ausencia de un repunte en el número de plataformas, la caída en la producción de los pozos más antiguos probablemente pronto superará la producción de los pozos nuevos«. Las petroleras de EEUU están reduciendo el número de plataformas operativas de petróleo y gas natural. La semana pasada se contabilizó la cantidad más baja desde enero de 2022, según el último informe de Baker Hughes. El recuento total de plataformas de petróleo y gas se redujo en ocho a 605 en la semana que terminó el 3 de mayo, 143 que hace un año.

«En segundo lugar, la adquisición por parte de ExxonMobil de Pioneer Natural Resources, el mayor productor de shale oil de Texas, por 64.500 millones de dólares, probablemente abra la puerta a una mayor consolidación en la industria del esquisto… con todo esperamos que la tendencia hacia una mayor consolidación conduzca a que toda la industria se centre más dar dividendos a los accionistas en lugar del crecimiento de la producción», aseguran desde Capital Economics.

Pero la puntilla final será la caída de los precios del petróleo que Capital Economics prevé para el próximo año: «Los precios del petróleo bajarán para finales de 2025, lo que volverá a rebajar el número de plataformas activas buscando crudo. Aunque sospechamos que la relación entre el número de plataformas y el precio del petróleo seguirá siendo débil, la caída de la rentabilidad terminará pesando sobre la producción».

Teniendo en cuenta todo lo anterior, los analistas de Capital Economics creen que la producción de petróleo de esquisto de Estados Unidos tocará techo este mismo año en los 8,8 de barriles diarios y se comenzará a contraer ya este 2025: «Dado que la producción de petróleo de esquisto representa alrededor de dos tercios de la producción total de crudo en Estados Unidos, creemos que el crecimiento de la producción de crudo se contraerá ya un 1% en 2025».

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