El fracking desempolva la mayor reserva de petróleo no convencional de Sudamérica: el crudo fluirá a raudales

El fracking no muere, solo cambia de geografía. Si bien es cierto que la industria del fracking (fracturación hidráulica) y el shale oil (petróleo de lutita, a veces conocido como de esquisto) podrían haber tocado techo en EEUU, dando inicio a un leve declive a partir de 2025, hay otro país a miles de kilómetros, pero en el mismo continente, que está viviendo en estos momentos su propia fiebre del fracking. Los planes de Argentina para extraer hasta la última gota de su formación de shale oil más importante está tomando fuerza. Aunque los resultados ya son visibles, se espera que el gran boom del petróleo en Argentina se produzca en los próximos años.

La industria petrolera de Argentina está viviendo una nueva era dorada, marcada por el incremento de la producción procedente de la formación geológica denominada Vaca Muerta. La producción diaria actual de esta gigantesca acumulación de petróleo no convencional es de unos 390.000 barriles de petróleo y unos 90 millones de metros cúbicos de gas. La intensa actividad en esta zona ha llevado a que la producción total de crudo en Argentina toque máximos de 2008. Sin embargo, lo mejor está por llegar. Los planes de YPF y otras empresas en Vaca Muerta prometen multiplicar la producción de crudo de esta formación y del país entero, lo que llevaría a Argentina a superar a Venezuela como potencia petrolera.

Los planes con esta formación son ambiciosos y necesitan de grandes sumas de dinero, lo que siempre genera incertidumbre. No solo es necesario invertir para extraer el petróleo, además hay que construir la infraestructura necesaria para transportar ese crudo de forma rentable y eficiente. Todo ello se debe realizar en un entorno de elevada incertidumbre, con unos precios del petróleo volátiles (una caída del precio del crudo puede arruinar la rentabilidad de casi cualquier proyecto) e incertidumbre regulatoria que lleva años dominando a esta denostada industria. Pese a todo, Vaca Muerta está floreciendo.

La historia de Vaca Muerta

Esta formación tiene una historia curiosa. Aunque hoy es una de las mayores formaciones del mundo por su contenido de petróleo no convencional (shale oil), su potencial como tal se descubrió hace ‘cuatro días’. Vaca Muerta se extiende por unos 36.000 km2, aunque fue originalmente descubierta en la década de 1930 en la Sierra con el mismo nombre, no fue hasta 2011 cuando se confirmó su gran potencial como productora de hidrocarburos no convencionales, explica Jorge Navarro, vicepresidente de AGGEP (Asociación de Geólogos y Geofísicos Españoles del Petróleo), en declaraciones a elEconomista.es

«Vaca Muerta es lo que denominamos una roca madre en geología del petróleo. Es decir, una formación geológica que contiene rocas con un alto contenido en materia orgánica, a partir de la cual, cuando se alcanza unos niveles de temperatura adecuados, se generan hidrocarburos. Parte del petróleo y gas generado por Vaca Muerta migró a otras rocas porosas y permeables, que eran las que producían gas y petróleo de manera convencional en Neuquén hasta la década de 2010. Es a partir de entonces, tras el boom del shale oil y shale gas en EEUU, cuando se reconoce que se puede producir el petróleo y gas de la misma roca madre, es decir, producir los hidrocarburos que no fueron expulsados y que aún permanecen en los poros de las rocas de la misma formación Vaca Muerta», asegura Jorge Navarro.

En Vaca Muerta, la extracción de estos recursos naturales se realiza mediante pozos horizontales y a través de la fracturación hidráulica o fracking, una técnica que permite extraer el gas y petróleo de la formación a una profundidad que oscila entre los 600 y 3.400 metros tras inyectar arena y algunos aditivos químicos con agua a alta presión para fracturar las rocas. Según la estatal argentina YPF, Vaca Muerta alberga la segunda reserva de gas no convencional del mundo, detrás de China y la cuarta de petróleo no convencional detrás de Rusia, EEUU y China.

«Las rocas de Vaca Muerta tienen muy baja permeabilidad, lo que significa que sus poros (donde aún permanecen algunos hidrocarburos) no están bien conectados entre sí. Entonces para conectarlos entre sí y aumentar su productividad se ha de fracturar, para lo que se utiliza el fracking. Además, para aumentar aún más su productividad se perforan los pozos con una trayectoria horizontal a lo largo de esta roca madre para posteriormente ser fracturados», explica Navarro en declaraciones a elEconomista.

Más producción de petróleo que toda Venezuela

Gracias al fracking, la producción de Vaca Muerta podría alcanzar los 1,5 millones de barriles diarios en los próximos 6 a 7 años, según fuentes argentinas del sector recogidas por S&P Global. Esta cantidad de crudo, si el resto de factores se mantiene constante, supondría el sorpasso en materia petrolera de Argentina a Venezuela, algo que no parece descabellado ante el estancamiento de la producción en el país caribeño. Incluso podría hacer competencia a Guyana, cuyo tope de producción podría estar en los 1,2 millones de barriles diarios.

Con todo, Argentina tiene el potencial de quintuplicar su producción actual de petróleo, aseguraba hace unos meses Palolo Rocca, CEO del proveedor argentino de ingeniería y construcción de energía Grupo Techint. «Tenemos en mente 1,5 millones de barriles diarios en seis o siete años», aseguraba Rocca. Vaca Muerta tiene «potencial para una mayor producción», añadió.

La pieza que lo encaja todo

¿Qué se necesita para incrementar la producción? Aumentar la producción de crudo en la zona es relativamente sencillo, pero se necesita la infraestructura y la regulación necesarias para transportarla de forma rentable y masiva. Es decir, se necesita algo para que el crudo fluya a raudales. Para ello, la petrolera YPF ha comenzado la construcción de un nuevo oleoducto para transportar petróleo extraído de la colosal formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta, en el suroeste de Argentina. La compañía informó en un comunicado de que ha comenzado la construcción de los primeros 130 kilómetros del oleoducto Vaca Muerta Sur. La obra permitirá incrementar la producción de crudo en Vaca Muerta, la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo.

Este primer tramo se extenderá entre las localidades de Añelo, en la provincia de Neuquén (suroeste), y Allen, en la provincia de Río Negro (sur), donde conectará con el sistema de oleoductos de la empresa Oldelval. Según explicó YPF, esto permitirá comenzar a transportar petróleo mientras se espera la culminación del segundo tramo y la terminal de exportación en la zona de Punta Colorada, cerca de Sierra Grande (Río Negro).

A su vez, esta primera etapa «fortalecerá todo el sistema de evacuación de petróleo de la cuenca, aprovechando al máximo la capacidad de transporte hacia las refinerías y hacia el puerto» bonaerense de Bahía Blanca, resaltó la petrolera.

En su capacidad operativa máxima, este ducto permitirá transportar 390.000 barriles diarios, incrementando en un 70% la posibilidad de evacuación de petróleo de la Cuenca Neuquina y duplicando la capacidad actual de la zona núcleo de Vaca Muerta. La segunda etapa y la terminal de exportación, que completarán el proyecto, están en etapa de desarrollo e implicarán una inversión de unos 2.000 millones de dólares, que YPF afrontará en conjunto con otras compañías que ya mostraron interés en el proyecto.

Por otro lado, Rocca explicaba que otro de los grandes obstáculos para una mayor producción es el entorno regulatorio, específicamente lo que denominó la «intervención del gobierno en el precio y el mercado». Sin embargo, el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, un economista ultra-liberal ya comenzado a subsanar estos problemas liberalizando los precios del crudo y los hidrocarburos en Argentina para que se puedan vender a precio de mercado, generando los incentivos adecuados para la inversión. El principal del marco propuesto es esta nueva ley de hidrocarburos es garantizar que los precios de los combustibles nacionales estén a la par del valor real de mercado».

Con el oleoducto en marcha y los cambios regulatorios tomando forma en Argentina, el terreno se ha allanado para que el petróleo de Vaca Muerta fluya a raudales en los próximos años. Si la capacidad de producción se logra ampliar hasta los 1,5 millones de barriles diarios para finales de la década, Argentina podría estar produciendo un total de casi 2 millones de barriles de crudo diarios, superando en producción a históricos en el mundo del petróleo como Libia, Venezuela o Nigeria.

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