Vaca Muerta, lado B: las tres joyas del petróleo no convencional que activan inversiones en la Patagonia

Pensar en Vaca Muerta es pensar en Neuquén, en localidades como Añelo que tuvieron una explosión demográfica o en la transformación del paisaje al incorporarse la maquinaria del fracking, pero en verdad es una roca de más de 30 mil kilómetros de extensión, a 3.000 metros de profundidad -según la zona, dada su natural irregularidad-, que está expandiendo sus puntos geográficos de inversión en la Patagonia.

El sur de la provincia de Mendoza y el oeste de Río Negro han tenido propuestas de exploración de Vaca Muerta, que podría convertirse en una realidad con las nuevas licitaciones, la apuesta de YPF al shale con el desprendimiento de campos maduros y el interés de nuevos inversores que marcan en el mapa nuevos horizontes.

Si bien la escala de las inversiones es pequeña en comparación a los 9.000 millones de dólares que llegarán este año a Neuquén, es el puntapié para reiniciar la industria en dos provincias que supieron tener importantes aportes a la producción en la Argentina, en particular en el segmento del crudo.

El lado rionegrino del shale

Phoenix Global Resources, la empresa del grupo suizo Mercuria, comenzó la perforación de áreas no convencionales en Río Negro. No lo hizo en solitario, sino que aceleró gracias a un acuerdo con GeoPark, una empresa con activos en Colombia, Argentina, Ecuador y Brasil, para iniciar el pad de tres pozos horizontales de un piloto en Confluencia Norte.

GeoPark se había ido de Neuquén en 2022, en el marco de un plan global de desprendimiento de campos maduros. Sin embargo, ahora vuelve a la cuenca en esta alianza con Phoenix tras desembolsar 190 millones de dólares para investigar las oportunidades de negocios en la “Vaca Muerta rionegrina”.

Además, en la provincia que gobierna Alberto WeretilneckKilwer -tal como se conoce a Phoenix en los papeles- tiene el permiso de exploración de Confluencia Sur. El objetivo es llegar a Vaca Muerta y confirmar la viabilidad de producción de las áreas, que en la industria se suele resumir con el concepto de desriskear un yacimiento o proyecto.

El gobierno rionegrino tiene la esperanza de que exista una continuidad geológica y productiva de Vaca Muerta debido a la cercanía a las áreas neuquinas de las áreas de Shell como Sierras Blancas y Coirón Amargo Sur Oeste, además de Mata Mora Norte que opera Phoenix.

Todavía queda la licitación de Cinco Saltos Norte, que será una concesión con objetivo no convencional que en su momento estuvo bajo la mirada de varias operadoras bien asentadas en Neuquén. La esperanza de Río Negro es empezar a tener participación en el shale, mirando hacia el futuro con el oleoducto Vaca Muerta Sur de YPF, que atravesará las dos provincias hasta Punta Colorada para crear un polo exportador petrolero.

La única experiencia rionegrina en el no convencional es Estación Fernández Oro, que estrictamente no es Vaca Muerta sino la formación Lajas de donde YPF extrae tight gas. Es que la compañía que encabeza Horacio Marín quiere desprenderse de ese bloque, que está incluido en el Proyecto Andes, y así reenfocar su plan inversiones en el lado neuquino de Vaca Muerta.

La apuesta mendocina a los no convencionales

Tras un arduo trabajo en Mendoza, YPF calificó de «prolíferas» a las áreas Paso Bardas Norte y CN-VII y ya solicitó la extensión de los permisos exploratorios. En el primer cuatrimestre de este año, la compañía perforó dos pozos horizontales y logró llevar adelante las fracturas en las ramas laterales de más de mil metros: a esa extensión comenzó Vaca Muerta en Neuquén, siendo el promedio actual 2.500 con casos de 4.000 metros.

El gobierno de Mendoza comunicó que en Paso Bardas Norte se realizaron 12 fracturas, dando con petróleo petróleo liviano, de 38 grados API según el estándar internacional. En esa misma concesión está el yacimiento Aguada Negra, donde se concretaron 13 etapas de fractura y el crudo detectado llega a 43 grados API.

Según esas especificaciones de gravedad, se puede considerar un crudo liviano, que en la práctica es fácil de transportar. Esto es clave para aprovechar la infraestructura existente, como la refinería de Luján de Cuyo, donde YPF hizo ajustes en los últimos años para que reciba más shale oil, que tiende a ser liviano, y cuenta con un poliducto capaz de transportar a otras refinerías del país.

En el área CN-VII A, que es un permiso exploratorio, la compañía proyecta dos pozos horizontales, con ramas de 2.500 metros aproximadamente. Todos estos planes abren las puertas de Vaca Muerta en su lado mendocino, con inversiones que en principio rondarán entre 30 y 40 millones de dólares.

Estos resultados entusiasman al gobernador Alfredo Cornejo, tal como los anuncios hicieron lo propio con su antecesor Rodolfo Suárez, en la segunda oportunidad de Mendoza de poner en valor a Vaca Muerta. En 2017, el empresario José Luis Manzano impulsó un pozo no convencional con su empresa Petrolera El Trébol, pero por los malos resultados obtenidos optó por rescindir el contrato de concesión.

Vaca Muerta, entre CFK y Eurnekian

En febrero de 2013, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó un importante acto en Comodoro Rivadavia para inaugurar el primer proyecto de exploración no convencional en Chubut. Hacía poco menos de un año que el Estado había tomado el control de YPF, con Miguel Galuccio, el fundador de Vista, actualmente segundo productor de shale oil del país, como presidente y ceo. Se pretendía buscar otros horizontes en la línea de Vaca Muerta.

La formación geológica que se perforó allí era Pozo D-129 (nombre particular porque sus descubridores lo hicieron con un equipo en Diadema con esa numeración), pero con el correr del tiempo YPF no pudo hacer rentable la operación y así Chubut continuó con su marca personal: el petróleo convencional mediano, que tiene gravedad API entre 20 y 26 grados, que se transporta caliente y es útil para muchos tipos de combustibles y subproductos. De hecho, El Trébol-Escalante es una de las áreas que YPF pretende vender en el Proyecto Andes.

El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, supervisó la finalización de las 12 etapas de fractura del pozo 1 de Palermo Aike.

El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, supervisó la finalización de las 12 etapas de fractura del pozo 1 de Palermo Aike.

Ahora otra esperanza no convencional asoma, pero es mucho más austral: Palermo Aike. Ubicada en el sur de Santa Cruz, allí CGCla empresa de la familia Eurnekian, e YPF realizaron por primera vez fracking en esa roca. En total fueron 12 etapas de fractura en el pozo Maypa.x-1, ubicado en el yacimiento Cañadón Deus y que logró llegar a Palermo Aike luego de perforar cerca de 3.500 metros.

La provincia que gobierna Claudio Vidal se mantiene expectante dado que tiene mucha actividad hidrocarburífera en el norte, compartiendo el Golfo San Jorge con Chubut. Ahora podría ir por el shale desde el sur, dentro de lo que se denomina cuenca Austral, más conocida por los yacimientos de gas en el mar frente a Tierra del Fuego, y ganarse un lugar para dejar de estar bajo la sombra de Vaca Muerta.

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