La Industria 4.0 o Cuarta Revolución Industrial es una de las grandes bazas para el sector del reciclaje en Euskadi. Si el uso de Big Data e Inteligencia Artificial permite la optimización de las rutas de recogida de residuos, con la consiguiente reducción de emisiones de CO2 al consumir menos combustible, la aparición de nuevos softwares en la gestión y estudio de residuos pueden dar un vuelco a cómo empresas como ESCOR pueden gestionar, reciclar y hasta ayudar a reutilizar los residuos industriales. Y es que la tecnología está al servicio del desarrollo sostenible.
Esta evolución nace de una necesidad. Ante las cada vez más estrictas normas medioambientales que tienen como objetivo fomentar un desarrollo sostenible, las empresas necesitan sistemas que les permitan mejorar el control y la gestión de residuos generados y necesitan nuevos métodos para conseguirlo.
Innovación en la gestión de información
En el sector de gestión medioambiental se genera mucha información por parte todos los actores implicados: administraciones, transportistas, gestores, productores… Información que debe ser recopilada para llevar un control y análisis, desde las cantidades de residuos generados, la cantidad de los gestionados, los que no se pueden reciclar, la tipología da cada uno de ellos, etc.
En este sentido, tal y como trasladan Etor Chasco (Responsable de Residuos Peligrosos) e Iñigo Pinedo (Director Planta) junto con Oskar Gutiérrez (gerente), ESCOR está implantando un software único en el norte de España que ofrece una serie de ventajas para empresas de diversos sectores.
Por un lado, facilita el cumplimiento normativo y reduce los riesgos legales. Al automatizar la generación de informes y la documentación requerida por las normativas ambientales, se minimizan los errores humanos y se asegura el cumplimiento de la legislación vigente. Esto no solo evita posibles sanciones, sino que también simplifica el proceso de auditorías ambientales, ya que toda la información necesaria está organizada y es fácilmente accesible, lo que agiliza las inspecciones y reduce las interrupciones en las operaciones diarias.
Además, la implementación de este software contribuye significativamente a la optimización de procesos y la reducción de costes. Monitorizar los residuos en tiempo real permite identificar ineficiencias en los procesos de producción, posibilitando su mejora y, consecuentemente, una reducción de los residuos generados. Esto no solo tiene un impacto positivo en el medio ambiente, sino que también reduce los costes asociados al manejo y disposición de los residuos, generando ahorros significativos.
Otro aspecto importante es la mejora en la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa. Contar con datos precisos sobre la generación de residuos permite a las empresas implementar y medir la efectividad de iniciativas de sostenibilidad de manera más eficiente. Esto incluye programas de reducción de residuos y reciclaje, que no solo benefician al medio ambiente, sino que también mejoran la reputación de la empresa ante clientes, inversores y la comunidad en general. Ser percibida como una entidad responsable y comprometida con el medio ambiente puede ser un diferenciador clave en un mercado cada vez más consciente de la sostenibilidad.
Por último, permite una toma de decisiones basada en datos. El acceso a información en tiempo real sobre la generación de residuos proporciona a los gestores herramientas para analizar y ajustar sus estrategias operativas de manera inmediata. Esto mejora la capacidad de respuesta ante situaciones inesperadas y permite planificar con mayor precisión las necesidades futuras de manejo de residuos.
Este software también posibilita a las administraciones la elaboración de estrategias de minimización de generación de residuos orientadas a reducir la contaminación y proteger la biodiversidad de ecosistemas.
Según explica Oskar Gutiérrez, este software «permite a sus clientes tener accesible toda la documentación, incluso podrán hacer solicitudes para retirar residuos a través de esta herramienta”.
Proyectos de investigación por un desarrollo sostenible
Tras superar una etapa incierta, ESCOR ha iniciado varios proyectos de investigación en colaboración con otras empresas. Entienden que, para conseguir que Álava sea un territorio sostenible, se debe mejorar el aprovechamiento de corrientes residuales que, a día de hoy, no tienen una utilidad.
Uno de esos proyectos tiene como objetivo la obtención de biogás en Berantevilla que sería inyectado directamente a la red para su consumo. El conocimiento de ESCOR del territorio y el reto que supone la recogida de los residuos para su conversión les permite ofrecer una solución logística y organizativa.
Por otro lado, en Salvatierra, están desarrollando otro proyecto para la obtención de combustible avanzado a partir de plásticos. Una de las problemáticas de los plásticos es que no todos los tipos de plástico son reciclables. Pero hay un tipo de plástico que puede encontrar una segunda vida. El plástico de varias capas o con restos orgánicos —aquellos que son más difíciles de reciclar— pueden ser convertidos en combustible avanzado. Así se denomina a los combustibles que originan un 50% menos de emisiones de CO2 comparado con la gasolina. A través de la tecnología de pirólisis, se obtendrá unos aceites pirolíticos con los que se puede llegar a producir este tipo de combustible. Estos combustibles avanzados podrían ayudar a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera para industrias como automoción, transporte marítimo y aviación.
Proyecto innovador para la metalurgia
Los restos de acería, de empresas metalúrgicas, han ido a parar tradicionalmente a vertederos. Históricamente, dado el peso de la industria en el País Vasco, con una alta concentración de acerías, los residuos (más conocidos como escorias) han supuesto una corriente de residuos muy significativa.
Con la tecnología actual, estos restos se han empezado a utilizar en el sector de la construcción y de la fabricación de cemento. Esto implica que se reduce el impacto que supone la extracción y procesado de materias primas a las que sustituyen y de su posterior eliminación mediante depósito en vertedero.
ESCOR está en las primeras fases de un proyecto para buscar otras vías de reciclaje de restos metalúrgicos que no tienen una salida en la actualidad. Es decir, que terminan en un vertedero. Aun así, es un proyecto ambicioso con un recorrido todavía incierto, pero que ya ha conseguido el interés de la Asociación de Fundidores y otras empresas.