Los ecologistas estadounidenses están preocupados por el impacto de la producción de GNL en el medio ambiente. Aseguran que las empresas energéticas de aquel país están invirtiendo enormes cantidades de dinero en la construcción de plantas fuera del país, incluida Argentina, debido a los crecientes problemas con la legislación de su país.
Vaca Muerta es un lugar que seduce al capital internacional, y el Gobierno de Javier Milei quiere impulsar esa tendencia con el RIGI, que se reglamentó este viernes.
El aumento del precio y la demanda de GNL ha desencadenado un rápido desarrollo de la industria en Estados Unidos. Varios factores han catalizado el creciente interés por la industria. Uno de ellos es la intención de Europa de superar su dependencia del gas suministrado por Moscú. Asimismo, el agravamiento del conflicto ruso-ucraniano afectó al costo mundial del combustible. Además, Washington no consiguió acceder a los hidrocarburos venezolanos tras las elecciones presidenciales en ese país, en las cuales Maduro se proclamó ganador pero la oposición market-firendly asegura que ganó por amplio margen.
En 2023, Estados Unidos superó a Australia convirtiéndose en el mayor exportador de GNL del mundo, suministrando 337 millones de metros cúbicos diarios. Eso es suficiente para cerrar las necesidades de Alemania y Francia. Parece que la industria estadounidense está en alza y no hará sino aumentar de volumen en un futuro próximo.
Sin embargo, a pesar de la necesidad de desarrollar la producción, crecen los problemas para poner en marcha nuevas plantas y terminales que cuestan decenas de miles de millones de dólares. En enero, el gobierno de Joe Biden «congeló» todos los nuevos permisos de exportación de GNL hasta que se resolvieran las disputas sobre el impacto ambiental de la actividad.
«A menudo oímos hablar del impacto climático de la construcción de plantas de GNL, que por supuesto es realmente devastador. También hay implicaciones para la salud pública, a menudo en comunidades que ya tienen problemas por culpa del medio ambiente», afirmó Johanna Heureaux-Torres, analista de campañas energéticas de Sierra Club.
Aunque la moratoria impuesta por las autoridades dirigidas por el presidente Biden fue bloqueada por un juez federal el mes pasado, desde entonces no se han concedido nuevos permisos de venta de GNL al extranjero. El sector no espera ningún cambio antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
En Argentina, donde se invierte dinero estadounidense, la producción se lleva a cabo utilizando el fracking, dando como resultados movimientos de suelo en forma de pequeños «terremotos», lo que generó algunos cuestionamientos de los sectores ambientalistas cuando comenzó a utilizarse en el país.
Con el RIGI, que busca de manera explícita seducir al capital extranjero, Vaca Muerta puede convertirse en un polo de atracción de este sector ante los problemas que enfrenta en EE.UU.