En el marco del H2 Global, el acuerdo entre Alemania y Egipto significó el inicio del mercado internacional del hidrógeno. La potencia europea importará 250 mil toneladas de amoniaco a una cotización que rondará los 4.5 euros por kilogramo de hidrógeno verde.
Las autoridades alemanas dieron el primer paso para cubrir su demanda energética de cara al 2030. Se estima que, al menos, se necesitarán 3 millones de toneladas de hidrógeno verde, por lo que se deberá importar dos terceras partes de esa cantidad.
Si bien el país apunta a potenciar los proyectos de hidrógeno verde, el hidrógeno azul (producido a partir de gas) podría tener alternativas a corto y mediano plazo para abastecer la demanda global.
La estrategia del futuro
Sin embargo, Alemania dejó en claro su estrategia de cara al futuro. “El interés y la demanda de Alemania está puesto en el hidrógeno verde por el tema de descarbonización y garantizar el nivel de emisiones o cero emisiones”, subrayó la gerente de Medioambiente y Energía de AHK, Annika Klump, en diálogo con +e.
“La realidad es que Alemania busca el hidrógeno verde con prioridad y la realidad es que la producción del hidrógeno es incipiente no hay mucho hidrógeno verde en el mundo. Alemania tiene una alta demanda para cubrir sus necesidades a largo plazo por lo que el hidrógeno azul es una opción a corto y mediano plazo”, afirmó.
«De todos modos, hay que considerar que el desarrollo de la tecnología de producción de H2 azul y la ventana temporal para introducirlo en el mercado tal vez sean un desafío», aclaró
Alemania sabe que la oferta es limitada por lo que enfoca todos sus programas de fomento y posibilidades de financiamiento en los proyectos de hidrógeno verde.
H2Uppp es el claro ejemplo que busca impulsar toda la cadena de valor de hidrógeno y proyectos en mercados incipientes, donde se apoya también a empresas en sus proyectos de hidrógeno verde con un cofinanciamiento del gobierno alemán.
La oportunidad del hidrógeno azul
El comercio mundial del hidrógeno está en vía de desarrollo y, por el momento, no se habla de colores. Lo que se busca privilegiar es que la producción sea lo más limpia posible y que cuente con las certificaciones a nivel mundial.
La producción de hidrógeno es finita y es allí donde el azul puede encontrar una oportunidad para ofrecerse como alternativa de corto tiempo en el mercado mundial. “Debido a la necesidad de abastecerse con hidrógeno en los próximos años y la situación del mercado mundial, el hidrógeno de bajas emisiones, sin colores, tienen amplias oportunidades”, subrayó Krump.
Sin embargo, el hidrógeno azul solo será aceptado si cumple con todos los requisitos que pondrá la demanda del gobierno alemán. “Ahí entrarán en juego los estándares y la certificación de que haya una captura del almacenamiento garantizado de los carbohidratos o el dióxido de carbono generado en el proceso de producción de hidrógeno azul”, destacó.
La premisa es que el hidrógeno sea lo más limpio posible y que pase los estándares de la Certificación para Hidrógeno Limpio y/o de Bajo Carbono y sus Derivados en América Latina y el Caribe (CertHILAC).