El Gasoducto Norte es un sistema de transporte troncal de gas que en gran parte de su traza tiene décadas en funcionamiento, y que ahora, con una remodelación, está a pocas semanas de ser la vía para que el gas de Vaca Muerta pueda llegar a siete provincias del norte argentino, garantizando un suministro que ha estado restringido desde hace años y desplazando al gas importado desde Bolivia.
La obra de reversión se comenzó a licitar a fines de la gestión pasada, ya que cuenta con un crédito de 540 millones de dólares de la ex Corporación Andina de Fomento (CAF) que financia buena parte de la obra estimada en unos 710 millones de dólares.
Pero su desarrollo se demoró por la disparada de las propuestas que se presentaron a fines del año pasado, en medio de la escalada inflacionaria y las elecciones. Y esto hizo que la obra, que debería haber estado operativa en mayo de este año, recién se espera que pueda estarlo entre fines de este mes y principios de octubre y en forma parcial.
Como su nombre lo indica, los trabajos de reversión consisten en revertir el flujo del gas en la red, que hoy viene desde Bolivia para que pase a fluir de sur a norte.
Para poder llevar el gas de Vaca Muerta a este sistema es necesario un nuevo gasoducto de 122,7 kilómetros de extensión entre La Carlota y Tío Pujio, de forma de poder llevar el gas que hoy fluye en el Gasoducto Centro Oeste desde Neuquén, al Gasoducto Norte que termina en Jujuy, en la frontera con Bolivia.
Ese nuevo ducto, bautizado Integración Federal, aún no está terminado. Un tramo de 100 kilómetros sí lo está, ya que estuvo a cargo de la UTE Techint – Sacde, pero el segundo tramo de 22,7 kilómetros que incluye además un loop -un ducto paralelo a la actual traza- que están a cargo de la empresa BTU estarán listos en algunas semanas, entre fin de mes e inicios de octubre, ya que se trata de los trabajos que debieron ser relicitados en abril pasado.
Estas obras se suman a la reversión de dos plantas compresoras que realizó Transportadora Gas del Norte (TGN) y que completó hace pocos días, en Córdoba (Deán Funes y Ferreyra) que permitirán que, una vez que el gas pueda llegar a la red, sea impulsado de sur a norte.
Actualmente, el Gasoducto Norte tiene un mix de gases, ya que desde octubre del año pasado TGN revirtió las plantas compresoras de Leones y Tío Pujio, entre Córdoba y Santa Fe, para permitir que desde Leones se inyecten casi 10 millones de metros cúbicos de gas en buena medida venido del GNL, paleando así el declino de la producción boliviana.
Una vez terminado el nuevo gasoducto y el loop, la red podrá impulsar 15 millones de metros cúbicos diarios hasta el sur de Salta, dado que aún falta revertir otras dos plantas compresoras en Lavalle (Santiago del Estero) y Lumbreras (Salta) para que la red lleve un total de 19 millones de metros cúbicos y cuente así incluso con un excedente para poder ser exportado.
El dato
- 1.500
- millones de dólares al año es el ahorro en importaciones que permitirá la reversión del Gasoducto Norte.
Estas últimas dos plantas compresoras y un segundo loop en Córdoba se espera que estén terminados a más tardar en mayo del año que viene, permitiendo así que el gas de Vaca Muerta pueda llegar a las siete provincias que cubre la red que son Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
Pero además, la red tendrá cupo para iniciar las exportaciones hacia Brasil, pasando por las redes de Bolivia, para lo que tres petroleras de Vaca Muerta ya sellaron contratos de exportación con firmas brasileñas y obtuvieron la aprobación necesaria para comenzar los despachos.