El impresionante yacimiento de petróleo Mopane se ‘atasca’ por sorpresa: Exxon se retira y siembra las dudas

Las turbulencias en el mercado de petróleo no son positivas para el desarrollo de su industria. Toda empresa requiere cierta estabilidad y certidumbre para confeccionar un plan de inversiones. En el mundo del petróleo esto resulta muy complicado. En pocos meses, el precio del barril puede variar en decenas de dólares, haciendo que planes que parecían rentables dejen de serlo y viceversa. Ante la falta de una explicación oficial, esto (la reciente caída del precio del crudo) es lo que ha podido llevar al gigante del crudo ExxonMobil a retirarse de las negociaciones para adquirir una participación del 40% en el impresionante yacimiento petrolífero offshore Mopane, en Namibia, actualmente en manos de Galp.

Se estima que este yacimiento, ubicado bajo el mar y otorgado con la licencia de exploración PEL 83, contiene al menos 10.000 millones de barriles de petróleo (puede que más), con una valoración potencial que supera con creces 10.000 millones de dólares. La retirada de ExxonMobil se produce en un momento en que otras compañías petroleras analizan la posibilidad de adquirir esta participación estratégica, pero ninguna se ha terminado de decantar.

Aunque este es un yacimiento jugoso de crudo (uno de los mayores descubrimientos de las últimas décadas), parece que ahora nadie lo quiere o, al menos, nadie quiere llevar la voz cantante para extraer este petróleo. Galp propone no solo vender su participación, sino también asignar el papel de operador principal al comprador, abriendo así el camino a las empresas que deseen fortalecer su posición en el mercado energético emergente de Namibia.

La extraña estrategia de Galp

Pese a todo, los medios especializados en materias primas aseguran que la retirada de ExxonMobil no ha frenado el interés en el bloque Mopane. Más de una docena de compañías petroleras, incluidas Shell y Petrobras, siguen en conversaciones con Galp para una posible adquisición. Este bloque, con sus reservas estimadas, representa una gran oportunidad para las empresas que buscan reforzar su cartera de activos de exploración y producción en África. Las conversaciones continúan en un contexto de creciente interés en el mercado petrolero de Namibia, tras una serie de descubrimientos prometedores, según explican desde la agencia Reuters.

Namibia se está convirtiendo en una nueva frontera para la exploración petrolera en alta mar, según los analistas. Los recientes descubrimientos de Shell y TotalEnergies han puesto de relieve el importante potencial energético de la región, lo que ha llevado a otros actores internacionales a considerar la posibilidad de invertir en los bloques petrolíferos de Namibia. El yacimiento de Mopane podría desempeñar un papel fundamental en la transformación de Namibia en un importante productor de petróleo.

Este es un país situado en una de las regiones más pobres del mundo (tiene fronteras terrestres con Angola al norte, con Zambia al noreste, con Botsuana al este, con Sudáfrica al sureste y sur y con el océano Atlántico al oeste) y pese a tener un vasto territorio (cabe una España y media dentro de sus fronteras) solo cuenta con 2,5 millones de habitantes. Los 10.000-11.000 millones de barriles de crudo tienen potencial para transformar la vida de esos 2,5 millones de habitantes. Es mucho petróleo para una población tan pequeño. Casos como el de la pequeña Guyana, cuya economía está liderando el crecimiento mundial gracias al crudo, se han convertido en el camino a seguir para otros países que tienen recursos sin explotar.

Estas asombrosas cifras de recursos, reveladas durante el verano de 2023, han generado grandes expectativas sobre el potencial que puede tener este nuevo yacimiento geológico, que también se extiende a las aguas sudafricanas. Cabe destacar que estas estimaciones se basan en apenas un puñado de pozos de exploración y evaluación completados: «Apenas hemos comenzado a rascar la superficie de la cuenca de Orange», aseguraba Maggy Shino, Comisionada de Petróleo en el Ministerio de Minas y Energía de Namibia, en una conferencia hace unos meses.

Por otra parte, el boom petrolero de Namibia no solo tendrá un impacto nacional. La proximidad del país a Sudáfrica, la mayor potencia regional, y su ubicación en la costa atlántica le otorgan importancia estratégica. Namibia ha buscado fomentar la cooperación regional en el desarrollo de sus recursos petroleros. Es miembro de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC), que promueve la integración económica y la colaboración entre sus estados miembros. Namibia también participa activamente en la Organización Africana de Productores de Petróleo (APPO) para compartir conocimientos y mejores prácticas en el sector petrolero.

Además, el país africano también ha buscado activamente asociaciones con organizaciones y países internacionales. Aunque Namibia actualmente permanece fuera de la OPEP, el país ha expresado un interés notable para unirse a la organización. Los recientes descubrimientos de petróleo han alimentado este ‘sueño’. Sin embargo, las dudas de las grandes petroleras a la hora de ponerse manos a la obra con la gran inversión de Mopane están ‘atascando’ este prometedor yacimiento a la par que podrían terminar destrozando esos ‘sueños’ de Namibia.

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