Las empresas aceleran las inversiones en Vaca Muerta y los dólares del sector energético ayudan a sostener la paz cambiaria

El presidente Javier Milei asumió hace casi un año con fuertes desafíos en el terreno de la inflación, la falta de reservas, la pobreza y el déficit fiscal, entre otros puntos. Sin embargo, su mejor herencia fue el sector energético, donde las inversiones no solo crecen impulsadas por la desregulación, sino que también generan dólares necesarios para sostener la apreciación del peso prevista en el programa oficial.

La semana pasada dejó buenas noticias en ese frente. El Gobierno firmó un acuerdo con Brasil para viabilizar desde el año que viene las exportaciones del gas de Vaca Muerta al país vecino. También ingresaron los dos primeros proyectos de esta industria al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y sumaron casi USD 6.000 millones entre ambos.

El miércoles YPF confirmó la incorporación al RIGI del proyecto “Vaca Muerta Sur”, que contempla la construcción de infraestructura clave para duplicar las exportaciones de petróleo en los próximos dos años. Se trata de una inversión que también se prevé en casi USD 3.000 millones.

El jueves Pan American Energy (PAE), la petrolera de la familia Bulgheroni, y Golar solicitaron la adhesión al RIGI para un proyecto en Río Negro que instalará una barcaza de Gas Natural Licuado (GNL) y comenzar a exportar desde 2027. Se trata de una inversión estimada de USD 2.900 millones en los próximos 10 años y que llegará a USD 7.000 millones en los 20 años de vida útil esperada. Este avance pondría a la Argentina en el selecto grupo de vendedores de GNL junto a Estados Unidos, Rusia, Qatar y Australia, entre otros.

Días atrás, Pampa Energía presentó ante inversores los resultados financieros del tercer trimestre del año. Allí, la compañía que preside Marcelo Mindlin, informó que alcanzó nuevos máximos en su producción de gas, principalmente en los yacimientos El Mangrullo y Sierra Chata. Su CEO, Gustavo Mariani, afirmó: “Tenemos planificado una inversión de 700 millones de dólares en Rincón de Aranda para 2025 y planificamos alcanzar los 1.500 millones hasta 2027. Nuestro objetivo es multiplicar por diez nuestra producción de petróleo”.

Acuerdo con Brasil y perspectiva regional

En paralelo, Argentina y Brasil firmaron un Memorándum de Entendimiento (MOU) para que el gas natural de la cuenca neuquina pueda llegar al país vecino a través del desarrollo de la infraestructura local de gasoductos.

Según el acuerdo, los envíos comenzarían en 2025 con 2 millones de metros cúbicos diarios y se espera alcanzar los 30 millones diarios de exportación en cinco años. Hay cuatro rutas en análisis y la quinta posibilidad tiene que ver con el proyecto de GNL que pondrá en marcha PAE.

La noticia fue muy bien recibida por el sector energético, por lo que puede ser el convenio comercial más importante de la historia bilateral, aunque solo es el primer paso de un largo camino que deberá ser apuntalado por la iniciativa privada. El Gobierno argentino resaltó en varias oportunidades que las futuras grandes obras de infraestructura no tendrán financiamiento público, por lo que la gran apuesta ahora está en los beneficios fiscales y cambiarios del RIGI para el sector privado.

El impacto macroeconómico del impulso del sector se nota en el ingreso de dólares en el Banco Central y también en un menor gasto de subsidios, debido al acceso de energía más barata. La Secretaría de Energía destacó que la Argentina exportó energía por USD 7.995 millones entre enero y septiembre.

El Centro de Economía Política (CEPA) destacó que en los primeros nueve meses del 2024 se registró un superávit energético de USD 3.709 millones, es decir, ingresaron muchas más divisas de las que salieron. Desde 2015 que el saldo no había sido positivo, con la excepción de la pandemia de Covid-19. Las proyecciones privadas arrojan que 2024 finalizaría con un superávit de USD 5.000 millones y en el Gobierno apuestan a que puede acercarse a los USD 10.000 millones en 2025 gracias al desarrollo de Vaca Muerta.

Un informe de la consultora PwC Argentina dirigido a inversores internacionales consignó que la Argentina podría alcanzar para 2030 un superávit energético de USD 30.000 millones gracias al desarrollo de Vaca Muerta, un hito que pondría al sector al nivel de las divisas que genera el campo argentino e implicaría un alivio para un país que históricamente sufrió restricciones de oferta de dólares.

“Vaca Muerta tiene la capacidad geológica de llevar al país a niveles de producción nunca vistos. En este nuevo escenario, el interés de las empresas locales e internacionales en invertir en petróleo y gas no convencional es muy significativo dado el alto potencial que tiene Vaca Muerta. En los últimos meses, se realizaron anuncios importantes y compromisos de inversión donde el gobierno acordó con distintos actores nuevas reglas de juego que la hacen aún más atractiva”, aseguró Ezequiel Mirazón, socio de PwC Argentina.

El rol del financiamiento privado

El alivio para el Banco Central también vino por el lado de la colocación de Obligaciones Negociables (ON), que totalizaron USD 7.500 millones en los primeros diez meses del 2024 y superaron el total que se habían colocado durante los tres años anteriores juntos. Tres de cada cuatro dólares de deuda que tomaron las empresas en el mercado corresponden al sector de la energía, principalmente ubicados en el desarrollo del petróleo y gas de la cuenca neuquina.

La consultora 1816 apuntó a Vaca Muerta como la apreciación del peso durante el primer año de la gestión Milei. “En los últimos 30 años, las 4 veces que el tipo de cambio real fue tan bajo como el actual (al final de la Convertibilidad, al final del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, con Mauricio Macri en 2017 y al final de Alberto Fernández) eso vino seguido de grandes devaluaciones”, destacaron.

“Esta vez, sin embargo, se combina el superávit fiscal (algo que no estaba presente en ninguna de esas 4 oportunidades), Vaca Muerta en el horizonte (que ofrecerá pronto USD 15.000 millones al año) y el blanqueo como puente en 2025 (aportando las divisas en el corto plazo), lo que obliga a tomar en serio la posibilidad de tener un peso fuerte para rato”, vaticinó 1816.

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