La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) expresó su preocupación por la propuesta del gobierno de Colombia de aumentar la sobretasa del impuesto de renta para el sector petrolero.
Esta medida, parte de la nueva reforma tributaria impulsada por el presidente Gustavo Petro, busca incrementar la sobretasa del 15% al 20% cuando el precio promedio del crudo Brent supere ciertos niveles históricos.
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La ACP advirtió que esta decisión podría comprometer la sostenibilidad económica del sector y desincentivar futuras inversiones en exploración y desarrollo.
La reforma, conocida como ley de financiamiento, propone que la sobretasa se aplique a las empresas con una renta gravable igual o superior a 50.000 UVT, lo que equivale a aproximadamente 2.353.250 millones de pesos.
La ACP argumenta que esta medida incrementaría la carga fiscal del sector hasta un 55%, considerando también el pago de regalías y otras contribuciones.
“Esto implicaría un impuesto de renta del 55% para la industria, además del pago de regalías, derechos económicos, contribuciones sociales, ambientales y demás aportes que esta realiza, desbordando con ello su capacidad contributiva y desincentivando sus inversiones en el país”, se resalta en la carta de la ACP.
Según la asociación, esto excedería la capacidad contributiva de las empresas y podría llevar a una reducción en la inversión exploratoria, que ya ha disminuido un 57% desde la reforma de 2022.
“Sin el respaldo de un análisis técnico riguroso, una sobretasa al petróleo de 5, 10 y 15 puntos adicionales al impuesto de renta, justificada en los altos precios internacionales”, se señalo en el comunicado de prensa.
“Como consecuencia de la reforma de 2022, las inversiones exploratorias se han reducido en un 57%, lo que ha llevado a que las inversiones voluntarias caigan a mínimos históricos. Aquí es importante considerar que, si no se hubiera debilitado al sector, no se necesitaría Ley de Financiamiento”, agregaron en el documento.
El presidente ejecutivo de la ACP, Frank Pearl, señaló que la industria petrolera ya enfrenta una tasa efectiva de impuesto de renta de hasta el 50%, en comparación con otras industrias que no superan el 30%.
Pearl enfatiza que este aumento en la sobretasa podría llevar al fin de la actividad exploratoria en Colombia para el año 2030, afectando la producción futura de hidrocarburos y la seguridad energética del país.
La ACP también destacó que el 45% de la matriz energética de Colombia depende del petróleo, mientras que el 21% proviene del gas natural. La asociación advierte que la aprobación de esta reforma podría poner en riesgo la autosuficiencia energética del país, afectando no solo la generación de regalías e ingresos para la nación, sino también el empleo y los encadenamientos productivos en las regiones.
El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) también advirtió que los nuevos gravámenes propuestos podrían hacer inviables ciertos campos petroleros en Colombia, especialmente aquellos que producen crudos pesados y marginales. Según el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2024 del Ministerio de Hacienda, se espera que la producción promedio de petróleo alcance los 750.000 barriles diarios hasta 2035. Sin embargo, el aumento de impuestos podría comprometer estas metas de producción.
La preocupación principal radica en que el incremento de los gravámenes afectaría a todos los campos petroleros del país, pero tendría un impacto más significativo en los que producen crudos pesados, que representan el 54% de la producción nacional, y en los campos marginales, que constituyen el 10%. Estos campos, según el presidente de la ACP, podrían volverse económicamente inviables si se implementan los nuevos impuestos.
El Ministerio de Hacienda incluyó estas proyecciones en su plan fiscal, pero el sector petrolero teme que las políticas fiscales puedan obstaculizar el desarrollo y la sostenibilidad de la industria. La ACP expresó su preocupación por el impacto que estas medidas podrían tener en la inversión y en la capacidad del país para mantener su producción petrolera a largo plazo.
La situación plantea un desafío para el gobierno colombiano, que debe equilibrar la necesidad de aumentar los ingresos fiscales con el objetivo de mantener una industria petrolera competitiva y sostenible. La discusión sobre los nuevos gravámenes y su impacto potencial en la producción de hidrocarburos continúa siendo un tema central para el sector energético del país.
En respuesta a la propuesta gubernamental, la ACP hizo un llamado a las comisiones económicas del Congreso de la República para que reconsideren el aumento de la sobretasa y eviten medidas que puedan perjudicar a una industria clave para la estabilidad macroeconómica y el desarrollo regional.
“Y al Gobierno a propender por mantener un equilibrio que incentive la inversión y el desarrollo del sector, y preserve su capacidad de generación de recursos para el país y los territorios en beneficio de la seguridad energética y la calidad de vida de los colombianos”, señalaron en el comunicado.
La asociación insta al gobierno a buscar un equilibrio que fomente la inversión y el crecimiento del sector, asegurando así la generación de recursos para el país y sus territorios.