GNL en Río Negro: bajo impacto ambiental y beneficios económicos

En el Gimnasio Municipal de San Antonio Este se llevó a cabo una audiencia pública para debatir el proyecto de instalación de una unidad flotante de licuefacción de gas natural (FLNG) en el Golfo San Matías, con la participación de más de 120 oradores. El proyecto, impulsado por la empresa Southern Energy S.A. –una alianza entre Pan American Energy (PAE) y la noruega Golar LNG– busca transformar la región en un polo exportador de gas natural.

El intendente de San Antonio Oeste, Adrián Casadei, defendió con firmeza el proyecto, destacando que las inversiones en infraestructura contribuirán al desarrollo económico sin perjudicar al turismo ni a la pesca. “Las preocupaciones expresadas hace 20 años (con Alpat), cuando se temía que la pesca y el turismo se verían afectados, hoy han quedado en el olvido. El puerto se ha convertido en un destino turístico ejemplar”, aseguró Casadei. Según el intendente, el proyecto no solo generará nuevas fuentes de empleo, sino que también permitirá la diversificación de la economía local.

Por su parte, Andrea Confini, secretaria de Energía y Ambiente de la provincia, resaltó el potencial del proyecto para ampliar la matriz productiva de la región. “Estamos trabajando para convertir a San Antonio y Las Grutas en un polo exportador de gas natural, lo cual será un hito para la provincia de Río Negro”, afirmó Confini, y aseguró que la autoridad provincial supervisará el cumplimiento de los estándares ambientales.

La audiencia pública por el estudio de impacto ambiental del buque de GNL se hizo en San Antonio Oeste.

El estudio de impacto ambiental de la consultora Serman & Asociados

Uno de los momentos clave de la audiencia pública fue la presentación detallada del estudio de impacto ambiental realizado por la consultora Serman & Asociados, encargada de evaluar los posibles efectos del proyecto de licuefacción en el entorno local.

Los representantes de la consultora desglosaron los hallazgos del estudio, y aseguraron que los impactos ambientales del proyecto serían de baja a moderada importancia, con énfasis en el diseño de un plan de monitoreo y gestión integral para mitigar los efectos adversos.

Los impactos en tierra serán principalmente debido a la construcción de la zanja para el gasoducto terrestre que llevará gas al buque flotante. Esta intervención afectará de manera temporal a la vegetación y el suelo, pero se implementarán medidas para la recuperación del suelo y la rehabilitación de la vegetación una vez finalizada la obra. La consultora también detalló que la afectación en el lecho marino, a lo largo del ducto submarino, sería mínima y temporal.

Golar posee la flota más grande del mundo de unidades FLNG por capacidad de licuefacción anual.

En cuanto a los impactos en el agua, los especialistas explicaron que la descarga de agua de enfriamiento del buque licuefactor, que estará a una temperatura superior a la del mar, fue analizada en detalle. Se modeló el escenario de una variación térmica de hasta 7 grados, y los resultados indicaron que no se espera una afectación significativa en la calidad del agua. Asimismo, se propuso un monitoreo constante de la temperatura y calidad del agua para detectar posibles variaciones.

El estudio también contempló los posibles efectos del impacto acústico generado por las operaciones del buque, especialmente en relación con la fauna marina. A pesar de que no se prevé una afectación física a los animales marinos, se sugirió la instalación de hidrófonos para monitorear el ruido submarino actual y en el futuro, asegurando que el nivel acústico se mantenga dentro de los límites establecidos por la normativa internacional.

Riesgos de contingencia y medidas preventivas

Los expertos de Serman & Asociados abordaron las contingencias potenciales, como fugas de gas en los gasoductos, derrames de GNL o hidrocarburos, y posibles colisiones de embarcaciones. Según el estudio, estos eventos son de bajo riesgo debido a la baja frecuencia de ocurrencia y a las estrictas medidas de seguridad implementadas en el diseño del proyecto. Se modelaron diferentes escenarios, incluido un derrame de GNL, y los resultados mostraron que la nube de gas metano resultante no alcanzaría la costa con concentraciones inflamables.

En caso de un derrame de hidrocarburos, el estudio predijo que la mancha tendría un espesor máximo de 0.5 cm y que podría ser contenida rápidamente con los sistemas de emergencia previstos. Según la consultora, todos los riesgos evaluados presentan una baja probabilidad de ocurrencia, y se establecieron planes de contingencia para responder rápidamente ante cualquier eventualidad.

Impacto socioeconómico

Desde el punto de vista socioeconómico, el estudio destacó que el proyecto de GNL tendrá un impacto positivo en la demanda de mano de obra, bienes y servicios, lo que impulsará la economía regional y local. Durante la fase de construcción se prevé la creación de 600 puestos de trabajo, mientras que una vez operativo, el proyecto generará aproximadamente 850 empleos directos.

La consultora también subrayó que más de la mitad de los bienes y servicios utilizados en el desarrollo del proyecto provendrán de proveedores locales, lo que beneficiará a la economía de la zona. Asimismo, se implementarán programas de capacitación y desarrollo de proveedores locales para maximizar los beneficios económicos.

En cuanto a las actividades tradicionales como la recolección de pulpos, se proponen medidas para minimizar la obstrucción de caminos y asegurar que las restricciones en el espacio marítimo no afecten de manera significativa a la pesca. Además, el impacto paisajístico se considera bajo, ya que el buque estará ubicado a unos 5 kilómetros de la costa, lo que minimizará su visibilidad desde tierra.

Gestión ambiental y monitoreo

Uno de los aspectos más resaltados fue el plan de gestión ambiental diseñado para controlar y mitigar los impactos del proyecto. La consultora propuso un monitoreo exhaustivo durante la fase operativa, que incluirá mediciones de ruidocalidad del aire y del agua, así como el monitoreo de las comunidades biológicas marinas. Además, se estableció un plan de contingencias para atender eventos inesperados y un plan de gestión social para asegurar la participación continua de la comunidad y atender sus inquietudes.

Impulso a la industria Local y proyección Global

El gerente de proyectos de Southern Energy, Marcos Porteau, detalló que el proyecto de licuefacción flotante Hilli Episeyo comenzará a operar en 2027, con una capacidad de producción de 2,45 millones de toneladas de GNL por año, lo que representará aproximadamente el 10% del mercado de gas natural de Argentina. Durante la fase de construcción, se generarán 600 empleos, mientras que una vez en operación, se crearán unos 850 puestos de trabajo directos.

El impacto económico es significativo: se estima que entre 2027 y 2047 Argentina podría exportar entre 17.000 y 24.000 millones de dólares en GNL, con inversiones de unos 6.900 millones de dólares. La participación de proveedores locales será clave, ya que más de la mitad de los bienes y servicios requeridos provendrán de la región.

Los aportes de Invap y Termap

El evento también contó con la participación de expertos como Gustavo Cabrera de la empresa Invap, quien destacó la importancia de un sistema robusto de monitoreo y control ambiental. Cabrera subrayó el compromiso de Invap con el asesoramiento técnico, asegurando que la provincia cuenta con su experiencia para evaluar proyectos de alto impacto.

El gerente general de Termap, Daniel Zucas, también intervino en la audiencia, enfatizando que la industria petrolera y energética puede operar de manera armónica con el medio ambiente. Zucas presentó el modelo de operación de Termap, que lleva más de tres décadas operando en la cuenca del Golfo San Jorge, como ejemplo de excelencia operativa y responsabilidad ambiental.

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