Argentina en 2025: la macro se fortalece, pero el dólar sigue siendo el talón de Aquiles

El año para Argentina arranca con un escenario económico que muestra claros signos de recuperación. La actividad repunta, los salarios reales dejan atrás el desplome de 2023 y la inflación se desacelera. Pero no todo es estabilidad: el tipo de cambio, anclado artificialmente, sigue generando dudas sobre su sostenibilidad.

El gobierno de Javier Milei enfrenta su primer año de crecimiento, pero con un desafío clave: cómo y cuándo abrir el cepo sin desestabilizar el esquema macroeconómico.

De acuerdo con el informe de BTG Pactual, elaborado por Andrés Borenstein y Sofía Ordoñez, CFA, la economía crecerá un 5,7% en 2025, con una inflación proyectada del 23%, muy por debajo del 211% de 2023. Sin embargo, la gran incógnita es el dólar: el tipo de cambio real sigue apreciándose, mientras las importaciones crecen con fuerza y el déficit en cuenta corriente empieza a abrirse.

Ajuste y superávit

El gobierno consolidó en 2024 una política de fuerte ajuste fiscal, que resultó en un superávit primario del 1,4% del PBI para este año, incluso con la eliminación de impuestos como el PAÍS y la rebaja de retenciones. La administración de Milei busca sostener la disciplina fiscal sin asfixiar la actividad, dejando margen para reactivar obra pública y ampliar giros discrecionales a las provincias.

Los datos del Ministerio de Economía muestran que el gasto primario cayó de 19,58% del PBI en 2023 a 14,82% en 2025, con recortes en subsidios (1,32% del PBI), transferencias a provincias (0,40%) y obra pública (0,65%). En paralelo, los ingresos fiscales también bajaron levemente, aunque la recuperación del IVA y el impuesto a las ganancias amortiguan la caída.

“El superávit es lo que diferencia a este plan de estabilización de intentos previos. La clave está en sostenerlo, incluso cuando se relajen las restricciones cambiarias”, remarcan Borenstein y Ordoñez.

Dólar fuerte: ¿hasta cuándo?

El gobierno utilizó el tipo de cambio como ancla nominal, pero el peso se encuentra en una situación frágil. El crawling peg se redujo a 1% mensual, mientras que la inflación avanza a un ritmo mayor, generando una apreciación real que podría afectar la competitividad.

Los datos del Banco Central muestran que las reservas netas siguen en terreno negativo, en torno a -4.100 millones de dólares, aunque el balance cambiario mejoró con el superávit comercial. La expectativa del mercado es que el cepo se levante después de las elecciones de octubre, pero dependerá del financiamiento externo.

El acuerdo con el FMI, que podría inyectar USD 7.000-10.000 millones, será clave para una salida ordenada. “El tipo de cambio real está en niveles similares a la convertibilidad, pero con una economía menos productiva y con exportaciones gravadas por retenciones. En algún momento habrá que corregir”, advierten los analistas.

El repunte de la actividad tiene bases sólidas. Se espera que el PBI supere en junio los niveles de 2017, impulsado por la recuperación del consumo y la expansión del crédito. Las proyecciones apuntan a un aumento del 5,7% en el PBI, con un fuerte rebote en construcción y servicios financieros.

La minería será otro pilar clave en 2025.

La minería será otro pilar clave en 2025.

La inversión repunta: Las importaciones de bienes de capital crecieron un 22,5% en 2024 y seguirán en alza.

El crédito privado se expande: Los préstamos al sector privado en dólares pasaron de USD 3.000 millones a USD 12.000 millones en menos de un año.

Las exportaciones crecen, pero el déficit se amplía: Las ventas al exterior subirán USD 10.700 millones en 2025, pero las importaciones crecerán en USD 16.800 millones.

En el sector energético, Vaca Muerta sigue traccionando empleo y producción. Neuquén aumentó un 19,8% la cantidad de puestos de trabajo en cinco años, muy por encima del crecimiento del país. El 55% del petróleo y el 62% del gas ya provienen de operaciones no convencionales.

El salario real está en plena recuperación tras el desplome del año pasado. Los acuerdos paritarios de enero promediaron aumentos de entre 1,5% y 3,4% mensual, lo que ayuda a sostener el consumo. Sin embargo, la recuperación del empleo aún no es completa: se perdieron más de 100.000 puestos formales desde la asunción de Milei, aunque los últimos meses muestran signos positivos.

El informe estima que el desempleo se mantendrá en torno al 6-7%, con una reducción de la pobreza hacia niveles del 33-35%.

Elecciones y expectativas del mercado

El escenario político será clave para definir el rumbo económico. Con las elecciones legislativas en octubre, el gobierno buscará consolidar su base en el Congreso. Las proyecciones apuntan a que Milei podría alcanzar el 40% de los votos, asegurando un bloque sólido para continuar con las reformas.

Pero el gran interrogante sigue en la provincia de Buenos Aires, donde Cristina Kirchner podría ser la candidata más votada. “Un buen desempeño del kirchnerismo podría generar ruido en los mercados, pero no modificaría el rumbo general de la economía”, analizan desde BTG Pactual.

La macroeconomía muestra señales de solidez, pero el gran desafío sigue siendo el dólar. Si el gobierno logra abrir el cepo sin desestabilizar la economía, Argentina podría entrar en un ciclo de crecimiento sostenido.

El equilibrio es delicado: una apertura cambiaria desordenada podría generar un shock inflacionario, mientras que sostener el esquema actual por demasiado tiempo puede erosionar la competitividad. El éxito de la estrategia dependerá de cómo y cuándo se ejecute la salida del cepo.

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