En marzo de este año, Saudi Aramco, la petrolera estatal de Arabia Saudita, dio un paso importante al oficializar su entrada en el mercado chileno al adquirir el control de Esmax Distribución. Esta empresa es la operadora de la licencia de la marca Petrobras en el país, lo que marca una expansión significativa para Aramco en la región latinoamericana.
En línea con sus planes de crecimiento, Aramco abrió su primera estación de servicio en Chile, ubicada en Avenida Príncipe de Gales 9.200, en la comuna de La Reina. Este establecimiento cuenta con un área de 4,300 metros cuadrados y representa el nuevo estándar para las futuras estaciones de servicio de la marca a nivel global, simbolizando la modernización de su presencia.
La estrategia de Aramco es clara y ambiciosa: planea transformar las 300 estaciones de servicio anteriormente operadas por Petrobras en un período de 24 meses. Además, la compañía se enfocará en reconvertir casi 170 minimarkets de la marca Esmax, que serán renombrados de Spacio 1 a A Stop (Aramco Stop) en los próximos dos años.
El plan de Aramco también incluye la apertura de nuevas estaciones de servicio en ciudades clave como Antofagasta, Concepción, Temuco y Puerto Montt, lo que evidenciará su intención de establecer una sólida red de distribución en todo el país. Este proceso ya ha comenzado a cambiar la imagen de las principales calles de la capital, donde los colores azul y verde de Aramco están reemplazando los tonos anaranjados de las antiguas tiendas de conveniencia.
El año pasado, Aramco se posicionó como la tercera empresa más grande del mundo por capitalización bursátil, alcanzando un valor de US$2.22 billones, justo detrás de Microsoft y Apple. Este estatus resalta la importancia de Aramco no solo en la industria del petróleo sino también en el ámbito empresarial global.
El inusual inicio de Aramco
Los orígenes de Aramco se remontan a 1933, cuando Arabia Saudita firmó un acuerdo de concesión con la Standard Oil Company of California (SOCAL). Esto dio lugar a la creación de la California Arabian Standard Oil Company (CASOC), que administró la concesión y sentó las bases del crecimiento de Aramco en los años posteriores.
Desde finales de la década de 1940, la compañía comenzó a registrar hitos históricos en la producción de petróleo, alcanzando en 1949 una producción de 500,000 barriles diarios. Este crecimiento llevó a la empresa a realizar importantes desarrollos en distribución, incluyendo la finalización del oleoducto Transárabe, el más largo del mundo en ese momento.
En la actualidad, Aramco produce cerca del 10% del petróleo mundial, con una producción de 10 millones de barriles diarios y una fuerza laboral de 87,000 empleados. Aunque reportó ingresos de US$29,100 millones en el segundo trimestre, totalizando US$56,300 millones en el semestre, esto representa una disminución de 7.4% con respecto al año anterior, destacando los desafíos que enfrenta incluso una empresa de su tamaño.