Tras la privatización, comenzaron los despidos en IMPSA

Este lunes, una porción de empleados de la recién privatizada IMPSA fueron desvinculados de la empresa, que comenzará el mes de abril con un ajuste en su recurso humano y por ende menos trabajadores en su nómina, que engloba a poco más de 700.

La noticia fue confirmada por fuentes oficiales de IMPSA, quienes no dieron números concretos, pero aseguraron que se trató de unos «pocos casos puntuales de baja productividad que se presentan en la operatoria de cualquier empresa privada». Además sostuvieron que los despidos fueron con causa por «baja productividad».

Del lado de los desvinculados, aseguraron que son «por lo menos una veintena» los que recibieron esta noticia.

Según informaron a MDZ, durante la mañana y la tarde de esta jornada, los empleados afectados (en su mayoría operarios) fueron notificados mientras transcurría la jornada laboral de la empresa. Allí los convocaron de a tandas desde Recursos Humanos, donde también participaron escribanos públicos, quienes informaron que en el transcurso de la semana llegarán los telegramas de despido a los domicilios de los propios trabajadores.

Despidos «con causa»

A su vez, les entregaron documentos informales (sin membrete oficial) en el cual les indicaron que los despidos se realizaron «con causa», por lo que, a priori, no cobrarán ningún tipo de indemnización.

Uno de los empleados echados adelantó a este medio que este martes se reunirán con abogados e iniciarán acciones legales contra la empresa. Negó que la situación haya sido por «baja productividad» y aseguró que se trató de un «ajuste» de los nuevos dueños de IMPSA.

«Hace 17 años que trabajo en la empresa y no he tenido nunca un problema», indicó a MDZ un operario despedido, quien aseguró que tiene «una buena relación» con sus jefes; y que la decisión se tomó «desde los altos mandos».

En este caso, adelantó que «todos los despedidos vamos a ir a juicio».

También agregó que, desde que la empresa pasó a manos de privados (el 11 de febrero a la norteamericana Arc Energy) «no ha habido un tiempo serio como para establecer una auditoría y tomar este tipo de decisiones. Se trata de un ajuste, cuando en todos los medios dijeron que querían cuidar los puestos de trabajo y resguardar los derechos de los trabajadores».

Jorge Salcedo, Jason Arceneaux y Alfredo Cornejo. Imagen de archivo.

Por otro lado, comentó que en el momento en el que los echaron de la empresa, les anularon la tarjeta magnética de ingreso y fueron retirados en compañía de guardias de seguridad.

En tanto, como se mencionó en la nota, desde IMPSA se limitaron a informar que los despidos fueron por «baja productividad» y que está enmarcado en un proceso «que se presenta en la operatoria de cualquier empresa privada».

De acuerdo a los comunicados informales que les entregaron a los empleados desde IMPSA, los mismos indicaron que, en su caracter de empleador, «debido a su bajo desempeño sin justificación aparente, sumado al incumplimiento a las órdenes impartidas por sus superiores, y la pérdida de confianza que su conduicta provoca, nos consideramos injuriados, por lo que lo despedimos con justa causa y por su exclusiva culpa a partir del día de la fecha. Liquidación final y certificados a disposición», expresa el documento enviado desde Recursos Humanos.

Empresa en crisis

Desde hace años que la empresa metalmecánica insignia de Mendoza transita procesos de crisis y de pasivos millonarios.

De hecho, desde su «salvataje» en 2021 hasta su privatización a comienzos de año, tanto el Gobierno Provincial como el Nacional han hecho hincapié en la necesidad de regularizar una deuda que ha estado en constante ascenso, y que se agravó durante estos años por la poca cantidad de contratos que obtenía IMPSA.

De hecho, uno de los momentos complejos de los últimos meses se dio en medio del proceso de privatización, cuando los empleados realizaron un paro de actividades a comienzos de diciembre debido a la falta de cobro de sus salarios.

En tanto, desde los momentos en los que se anunció la privatización de la empresa, el gobernador Alfredo Cornejo aseguró que IMPSA mantiene una deuda certificada «de más de U$S 500 millones».

Además, en su compra, Arc Energy dispuso de una renegociación de sus deudas con sus acreedores, así como también una capitalización por U$S 27 millones en tramos.

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