El sol cae sobre Puerto Rosales y los primeros buques ya se preparan para cargar crudo que viene desde lo más profundo de Vaca Muerta. La escena puede parecer rutinaria, pero detrás hay un hito que marca un antes y un después en la infraestructura energética del país: la inauguración de la obra “Duplicar” de Oldelval y su correlato directo, la ampliación portuaria de la empresa OilTanking.
Ambos proyectos están íntimamente ligados. Lo que se transporta por tierra necesita almacenarse y exportarse por mar. Por eso, cuando Oldelval anunció el aumento en su capacidad de bombeo, OilTanking no tardó en responder. La expansión del sistema no podía ser a medias.
“El sistema es uno solo”, asegura Guillermo Blanco, vicepresidente de OilTanking, en diálogo con Patagonia Shale en la estación de bombeo de Allen, durante la inauguración de la obra de Oldelval, que demandó una inversión de 1.400 millones de dólares.
“Oldelval es un partner importantísimo, y esto es un único sistema logístico que tiene dos componentes: la parte que maneja Oldelval, que es el transporte del producto, y la parte de la terminal marítima, que es el gran almacén para recibir ese producto y exportarlo en buques”.
La obra de Oiltanking en Puerto Rosales
Blanco explicó en detalle lo que implica esta ampliación, que demandará unos 580 millones de dólares: seis tanques nuevos, de 50.000 metros cúbicos cada uno; un nuevo muelle para operar buques de gran porte —Suezmax y Aframax, de 160.000 y 120.000 toneladas respectivamente—, además de una nueva estación de bombeo y toda la infraestructura complementaria. Todo esto, para estar a la altura de los 50.000 metros cúbicos diarios adicionales que ahora puede transportar Oldelval.
La obra ya muestra resultados concretos: un tanque ya está operativo, y durante abril se sumarán otros dos. “El muelle nuevo va a estar listo alrededor del 22 de abril”, anticipa Blanco, mientras señala el área en plena actividad.
La pregunta inevitable gira en torno al impacto de estas obras en la capacidad de exportación. “Calculamos que vamos a poder despachar entre 20 y 25 buques al año, dependiendo del tamaño de cada uno y del ritmo de producción”, estima Blanco. Buena parte de ese crudo ya tiene destino: “Muchos buques van a Europa, al Golfo de México, a África… y con esta ampliación vamos a poder llegar a muchos más mercados”.
Ya planean otra ampliación
Pero la historia no termina ahí. Apenas terminada esta primera gran etapa, ya se proyecta la siguiente. “Ahora que Oldelval anunció la aprobación de ‘Duplicar X’, nosotros también estamos en conversaciones para una ampliación equivalente”, revela Blanco. “Si Oldelval aumenta su capacidad de bombeo y no hay espacio suficiente para almacenarlo y embarcarlo, claramente hay algo que falta. No podemos quedarnos atrás”.
¿Será una obra del mismo tamaño? “Será un 40 o 50% de esta envergadura”, responde el vicepresidente de OilTanking. “Y probablemente la financiemos igual que ahora: con aportes de productores y obligaciones negociables en el mercado argentino, que ha respondido muy bien”.
Mientras tanto, en el muelle, los ingenieros y operarios no pierden ritmo. Saben que lo que construyen no es solo una terminal: es una puerta de salida al mundo para uno de los recursos más estratégicos del país. Y cada paso que dan, acerca un poco más a Argentina al sueño de convertirse en un gran exportador global de energía.