Argentina continúa importando GNL en 2025 pese al crecimiento en producción en Vaca Muerta

Argentina mantiene una tendencia de importación de gas natural licuado (GNL) en 2025, a pesar de los avances en la producción y transporte de gas en Vaca Muerta. Según información publicada por Bloomberg, la estatal Enarsa adjudicó 22 cargamentos de GNL por un valor de US$568 millones, cifra similar a la de 2024, cuando se compraron 29 buques por US$650 millones. La principal razón detrás de estas importaciones es evitar el uso de combustibles líquidos, cuyo costo puede ser hasta un 50% mayor que el del GNL, y que además resulta menos competitivo para la generación eléctrica.

Entre enero y abril de 2025, la producción de gas en Argentina promedió 138,3 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d), un 4,7% más que en el mismo período de 2024, con 84,2 MMm³/d provenientes de Vaca Muerta, evidenciando la creciente participación del gas no convencional. Sin embargo, la capacidad de transporte aún presenta limitaciones: mientras que el Gasoducto Presidente Perito Moreno opera por encima de los 20 MMm³/d, la reversión del Gasoducto Norte todavía no alcanza su capacidad proyectada, debido a que las plantas compresoras no están terminadas.

Para paliar estas restricciones, el Gobierno retomó importaciones desde Bolivia y Chile para abastecer el norte del país y lanzó licitaciones para ampliar la infraestructura de transporte. Proyectos de TGS y TGN buscan aumentar la capacidad de los gasoductos, con potencial para exportar hasta 10 MMm³/d a Brasil.

En cuanto al mercado, el precio del GNL ha aumentado respecto a 2024, pagando entre US$11 y US$14 por millón de BTU, en comparación con US$9 a US$12 del año anterior. Grandes empresas como BP y TotalEnergies lideraron las adjudicaciones.

Este escenario influye en la balanza comercial energética de Argentina, que de enero a mayo de 2025 registró un superávit de US$3.051 millones en el sector, aunque menor que en 2024. Las proyecciones indican que, si bien el saldo positivo se mantiene, el resultado global para 2025 podría reducirse a unos US$8.000 millones, frente a los US$8.862 millones del año pasado.

A pesar del crecimiento en producción, la infraestructura aún limita la autosuficiencia energética del país durante los picos invernales. La finalización de obras pendientes y el avance en nuevos proyectos serán clave para reducir la dependencia del GNL en los próximos años.

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