«Completamos la ecuación perfecta»: Venezuela eleva 30% sus reservas petroleras certificadas

«Venezuela tiene la mayor reserva certificada, y esa reserva que ya estaba certificada ha aumentado un 30% más», anunció el presidente del país sudamericano, Nicolás Maduro, durante su programa semanal ‘Con Maduro+’. En la emisión, confirmó que su nación dio un salto en su potencial energético, que reafirma su liderazgo global en reservas de crudo.
El mandatario sudamericano también reiteró que Venezuela posee «la cuarta reserva en proceso de certificación de gas del mundo», y abrió formalmente la posibilidad de participación internacional: «En las dos están abiertos los bloques para inversión».
En ese sentido, resaltó que, en el reciente Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF), «Venezuela concretó varios nuevos inversionistas en el desarrollo integral del proceso de la industria de refinación y de la industria petroquímica».
Una acción que, en sus palabras, configura un momento clave para la política energética nacional.
«Estamos completando lo que es la ecuación perfecta en el desarrollo del motor hidrocarburo con las grandes alianzas de inversionistas internacionales», subrayó Maduro.

Hacia un nuevo mapa estratégico

En el mismo evento, Maduro elogió el rol de la vicepresidenta Delcy Rodríguez en el panel de Energía del Foro de San Petersburgo, donde «Venezuela defendió y ratificó la capacidad energética que tenemos».
Fue allí donde Rodríguez ofreció una radiografía crítica del sistema energético global actual, denunciando su fragilidad estructural ante la política de sanciones impuestas por Occidente.
«Hay desafíos y amenazas a la seguridad energética (…) [sumados a] las condiciones geopolíticas, sanciones ilícitas contra países productores. Hoy, el 25% de la producción diaria mundial está bajo sanciones, medidas coercitivas unilaterales que perturban de alguna manera los mecanismos futuros de inversión», señaló la vicepresidenta venezolana.
Rodríguez advirtió que el esquema de sanciones promovido por potencias occidentales «representa una amenaza a la seguridad energética global» y planteó la necesidad de romper con la hegemonía del dólar en el comercio energético, para que «pueda darse entre monedas nacionales o con el establecimiento de mecanismos financieros alternos».
Desde la óptica del Gobierno venezolano, subrayó la vicepresidenta de la nación sudamericana, la prioridad debe ser «el respeto del trilema energético, de la seguridad energética, de la equidad energética y del impacto ambiental para que la humanidad marche en condiciones de igualdad».

El papel energético global de Venezuela

Pero, ¿qué impacto tienen los anuncios hechos por el presidente Maduro sobre el aumento del 30% en las reservas certificadas? Sputnik consultó al analista en geopolítica y geoeconomía, Vladimir Adrianza, quien ofrece un enfoque técnico y estratégico.
«El proceso de certificación se refiere a que dos o más entes independientes, interesados en explotar un yacimiento o conjunto de estos, coinciden en haber cuantificado un determinado volumen de reservas haciendo uso de varios métodos», detalla Adrianza.
Si bien no se han hecho públicos los detalles técnicos del proceso, el experto señala que «seguramente, tanto PDVSA como algún o algunos socios internacionales han llegado ambos o todos a esa conclusión».
Sobre las afirmaciones en torno a la cuarta reserva de gas del planeta, Adrianza considera que, tal como lo afirma el presidente, debe esperarse por la conclusión del proceso de certificación.

«Por los momentos, de acuerdo a la US Energy Information Administration (EIA), Venezuela ocupa el octavo lugar en el ranking mundial de reservas probadas de gas natural. De acuerdo con BP para 2020, Venezuela se situaba en el noveno lugar con 6,3 millones de metros cúbicos», ahonda.

En cuanto a los nuevos inversionistas que se sumarían al sector energético venezolano tras el Foro de San Petersburgo, Adrianza comenta que el interés de países como China, Rusia o Irán trasciende el cálculo económico.
«Cualquiera de los actores mencionados pudiera estar interesado en invertir en Venezuela pese a las Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU), pues las reservas existentes solo en la Faja del Orinoco, por ejemplo, garantizarían a largo plazo la explotación de tales yacimientos», señala.
Agrega que «se trata más bien de una decisión estratégica, dado el interés geopolítico del país socio, relacionada con la incorporación de Venezuela al nuevo orden económico mundial que impulsan los BRICS«.
De allí que, aun bajo sanciones, Venezuela pueda convertirse en epicentro de nuevos acuerdos energéticos multilaterales.

Alianzas para vencer el cerco económico

Al abordar el impacto de las sanciones en la monetización de las reservas, Adrianza es enfático. «Es indudable que, si Venezuela dependiera solamente de potenciales socios de países occidentales, la posibilidad de explotación de las reservas tardaría mucho más en poder materializarse», apunta.
El punto clave está en la capacidad de los socios internacionales para asumir los riesgos derivados de una confrontación comercial con Estados Unidos. «Dependerá de la voluntad política del país socio enfrentar las mal llamadas sanciones, para poder producir crudo en Venezuela», añade.
La relevancia de las reservas venezolanas, según el investigador, no solo radica en su volumen, sino también en su calidad energética y en su papel como insumo insustituible en el sistema industrial mundial: «No existe un sustituto de igual calidad para el petróleo, no con similar tasa de retorno energético (TREI)».
Adrianza respalda su afirmación con una fuente clave: un estudio publicado por el US Geological Survey (USGS) en 2009, que estima que la Faja Petrolífera del Orinoco contiene «más de un billón de barriles de petróleo pesado en sitio».
El informe, titulado An estimate of recoverable heavy oil resources of the Orinoco Oil Belt, destaca que «la Unidad de Evaluación del Sistema Petrolífero Total ‘La Luna-Quercual’ abarca aproximadamente 50.000 km² de la provincia petrolera del este de Venezuela», y que esa región «está sustentada por más de un millón de millones de barriles de petróleo pesado».
No obstante, Adrianza advierte que «la totalidad de estas reservas no ha pasado aún por un proceso de certificación y no fueron consideradas en su totalidad en el Proyecto Magna Reserva, ejecutado por PDVSA en la primera década del siglo XXI».
Para el experto, el anuncio del presidente Maduro no puede entenderse solo como una cifra técnica, sino como parte de una estrategia integral de reposicionamiento geoeconómico.
Con alianzas en el sur global, propuestas para un comercio energético desdolarizado, y una postura firme frente a las sanciones, Venezuela intenta redefinir su rol en la matriz energética mundial. Tal como lo expresó la vicepresidenta Delcy Rodríguez: «El acceso energético debe ser para todos los países y pueblos del mundo».
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