Los NDAs: una señal de confianza global
El dato más contundente del proyecto Southern Energy es la suscripción de más de 30 acuerdos de confidencialidad (NDAs) con empresas energéticas de Asia, Europa y América. Estos acuerdos, que formalizan negociaciones para contratos de suministro de GNL, dejaron entrever el interés existente, algo que, para los especialistas, reflejaría la solidez de la propuesta argentina y la competitividad de sus costos, impulsada por la abundancia de gas no convencional en Vaca Muerta.
Infraestructura innovadora desde el Golfo San Matías
Con base en el Golfo San Matías, Río Negro, la fase 1 de Argentina LNG combina innovación tecnológica y escala. La infraestructura incluye dos buques licuefactores flotantes (FLNG): el Hilli Episeyo, que iniciará operaciones en 2027 con una capacidad de 2,4 millones de toneladas anuales de GNL, y el MKII, previsto para 2028 con 3,5 millones de toneladas anuales. Juntos, producirán hasta 6 millones de toneladas de GNL por año, equivalentes a 27 millones de metros cúbicos diarios de gas, destinados mayoritariamente a la exportación.
Un gasoducto dedicado de 36 pulgadas, con capacidad para transportar hasta 50 millones de metros cúbicos diarios desde Vaca Muerta, completa el esquema logístico, asegurando el suministro a los buques.
El reciente FID para el MKII marca un avance crítico. Este buque, en reconversión en China bajo la gestión de Golar LNG, operará bajo un contrato de 20 años. La sinergia entre el Hilli Episeyo y el MKII fortalece la capacidad operativa de la fase 1, consolidando la confianza de los off-takers y los inversores.
La fase 1 de Argentina LNG demandará una inversión superior a u$s15.000 millones a lo largo de 20 años, dividida en dos etapas: u$s3.200 millones entre 2024 y 2031, y u$s2.800 millones adicionales entre 2032 y 2035.
Este esfuerzo financiero generará 1.900 empleos directos e indirectos, con un fuerte componente de proveedores locales, revitalizando la economía de Río Negro y Neuquén. El consorcio SESA está integrado por PAE (30%), YPF (25%), Pampa Energía (20%), Harbour Energy (15%) y Golar LNG (10%).
Según se ha mencionado anteriormente, el respaldo del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece beneficios fiscales, estabilidad jurídica y facilidades para la repatriación de utilidades, ha sido un factor clave para atraer inversores. Además, las autorizaciones para exportar 11,7 millones de metros cúbicos diarios de gas refuerzan la viabilidad económica de la fase 1, aunque el éxito dependerá de sostener la estabilidad macroeconómica en un país con antecedentes de volatilidad.
Lo que viene: audiencia en Río Negro
El 16 de septiembre, una audiencia pública en Río Negro permitirá debatir la implementación del MKI, garantizando la participación de comunidades locales, organizaciones ambientales y otros actores. Este proceso será crucial para abordar preocupaciones sobre el impacto ambiental de la extracción en Vaca Muerta y las operaciones de licuefacción, un aspecto que SESA ha priorizado mediante el uso de tecnologías avanzadas para reducir emisiones. El proyecto promete no solo beneficios económicos, sino también un compromiso con prácticas sostenibles que respondan a estándares internacionales.
En los hechos, según los especialistas consultados, el éxito de Southern Energy allana el camino para las fases futuras de Argentina LNG. Proyectos como Argentina LNG 2 (YPF-Shell) y Argentina LNG 3 (YPF-ENI) podrían escalar la capacidad exportadora a más de 100 millones de metros cúbicos diarios, generando ingresos anuales superiores a u$s10.000 millones. Estas expansiones posicionarían a la Argentina entre los principales exportadores de GNL, compitiendo con líderes como Qatar y Estados Unidos.
En un mercado donde la demanda de GNL se proyecta crecer un 50% para 2040, según la Agencia Internacional de Energía, el país tiene la oportunidad de convertirse en un proveedor clave para mercados como China, India y la Unión Europea, que buscan diversificar sus fuentes energéticas.