La compañía reafirma su estrategia global con una de sus mayores adquisiciones en Vaca Muerta, fortaleciendo su posición en el área norte y proyectando un crecimiento significativo en reservas y producción.
YPF anunció una de las operaciones más relevantes de los últimos años, en línea con su objetivo de consolidarse como uno de los principales operadores mundiales en shale. La adquisición de activos en la formación de Vaca Muerta refuerza la presencia de la compañía de mayoría estatal en uno de los sectores más prometedores de Argentina, con un potencial de reservas y producción en rápida expansión.
El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, presentó ante inversores los detalles de la operación, destacando los plazos de inversión y las proyecciones de desarrollo. La estrategia busca acelerar la monetización de la producción y ampliar las reservas de la compañía, consolidando su liderazgo en el mercado energético.
Los bloques adquiridos se ubican en la ventana de petróleo y gas húmedo, considerada una de las más productivas y con mayor potencial en Vaca Muerta. La operación se enmarca en una serie de movimientos recientes en la región norte, incluyendo la compra de Pluspetrol a ExxonMobil en Bajo del Choique y La Invernada, que buscan crear un polo de crecimiento estratégico y sostenible.
Marín resaltó que los activos de La Escalonada y Rincón de la Ceniza cuentan con un inventario superior a 500 pozos y una productividad inicial que supera en un 50% el promedio de la formación. Mientras que un pozo típico recupera aproximadamente un millón de barriles, en estos bloques el potencial puede superar los 1,5 millones de barriles, lo que los posiciona como “el corazón del sweet spot de Vaca Muerta”, en palabras del ejecutivo, comparable a las mejores zonas de Estados Unidos.
El directivo también destacó la importancia estratégica de Rincón de la Ceniza para el desarrollo del gas húmedo, clave para los futuros proyectos de Gas Natural Licuado (GNL) que Argentina impulsa. La prioridad será avanzar en el desarrollo junto a socios como Shell y la empresa provincial de Neuquén, GyP, buscando capturar valor rápidamente y definir una secuencia de perforaciones a gran escala.
La inversión total estimada para esta operación alcanza los US$ 7.500 millones, considerando un costo promedio de US$ 14 a 15 millones por pozo. La planificación será coordinada con los socios estratégicos, mientras que el financiamiento cuenta con un esquema mixto. Más del 30% del monto ya fue cubierto con un bono emitido en el mercado local, y el resto con financiamiento comprometido, en un contexto de fuerte participación del mercado doméstico.
El CFO de YPF, Federico Luis Barroetave, detalló que hacia 2026 la compañía enfrentará vencimientos por US$ 2.300 millones, con más del 50% en deuda local. La empresa ha logrado refinanciar con éxito emisiones en dólares, incluyendo un bono récord en el mercado local por US$ 250 millones, además de otros por US$ 167 millones.
Barroetave destacó el creciente interés de los inversores en los proyectos de YPF, respaldando su estrategia de expansión en Vaca Muerta, tanto a nivel local como internacional. La adquisición refuerza la posición de la compañía en el hub norte de la formación, garantizando activos de alta productividad y proyectando un cambio en la escala de producción futura, con miras a consolidarse como uno de los actores globales más relevantes en shale.