En una entrevista realizada durante la Argentina Oil & Gas 2025, Leonardo Brkusic, presidente del Grupo Argentino de Proveediras Petroleras (GAAP), trazó un diagnóstico preciso sobre el presente de las pymes en el entramado productivo de Vaca Muerta.
Si bien subrayó la capacidad y resiliencia de más de 250 empresas del GAP —que en conjunto generan más de 42.000 empleos—, advirtió que actualmente el 30% de estas firmas opera a solo la mitad de su capacidad instalada.
El experto advirtió sobre la paralización de proyectos, la competencia desigual con importaciones y la necesidad urgente de un régimen de incentivos que contemple a toda la cadena de valor.
Brkusic se refirió a la demora en el despegue de los proyectos no convencionales y a lo que denominó un “valle de actividad” que afecta sensiblemente a los proveedores locales. Este parate, sumado a la reconfiguración del mercado convencional tras la salida de YPF de ciertos segmentos, dejó a casi el 50% del sector pyme en un estado de “standby productivo”.
El presidente del GAAP remarcó que uno de los principales obstáculos para las pequeñas y medianas empresas es la falta de un marco normativo que garantice seguridad jurídica, reglas claras y un acceso más equitativo al financiamiento.
“Las pymes invierten a largo plazo y necesitan previsibilidad”, sostuvo, y pidió condiciones de competencia justas frente a proveedores internacionales, especialmente los provenientes de Asia.
En relación con el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), Brkusic consideró que su implementación debe contemplar toda la cadena de valor: “No alcanza con atraer capitales si se deja afuera a quienes ya invierten, arriesgan y generan empleo desde hace años en la industria nacional”, advirtió.
También criticó la falta de información y planificación por parte de las grandes operadoras, lo que dificulta la toma de decisiones de los proveedores.
En este sentido, propuso establecer mecanismos de diálogo y colaboración más fluidos para mejorar la previsibilidad y fomentar un desarrollo más articulado del sector energético.
Consultado sobre el posible impacto del contexto electoral, Brkusic fue cauto, aunque expresó cierto optimismo: “Los proyectos de Vaca Muerta tienen una dimensión tal que trascienden los ciclos políticos. Pero eso no significa que no haya que cuidar las reglas del juego”, concluyó.