Automatización e inversiones: el futuro de la Cuenca Neuquina

La incorporación de tecnologías de control en tiempo real en Vaca Muerta ha permitido reducir fallas y optimizar operaciones, mientras que las inversiones y exportaciones de energía muestran un crecimiento sostenido en Argentina.

Desde un centro de control de alto rendimiento, en una oficina ubicada en otra región del país, se gestionan actualmente las operaciones de un pozo en Vaca Muerta, en un avance que refleja la profunda transformación tecnológica del yacimiento.

Según informó la agencia Noticias Argentinas, la automatización implementada en las operaciones petroleras en la formación neuquina resultó en la pérdida de 1.200 empleos y 2.000 suspensiones en el mes pasado, incluyendo personal que antes operaba en control presencial en el campo. Sin embargo, esta tecnología también ha aportado beneficios claros: la incorporación de sensores, drones y sistemas satelitales ha mejorado la integridad de los oleoductos y reducido las fallas operativas en más del 40%.

Actualmente, los equipos en campo envían datos en tiempo real sobre presión, temperatura, vibraciones y otros parámetros críticos, que son monitoreados desde los centros de control. Esta innovación permite anticipar fallas, ajustar procesos y evitar interrupciones, optimizando la gestión de una de las operaciones más grandes y complejas de América Latina.

El desarrollo de estas tecnologías responde a la necesidad de administrar con precisión una de las reservas más importantes del continente, cuya magnitud se mide tanto en volumen de toneladas extraídas como en el capital invertido.

Un informe de McKinsey estima que el despliegue completo de Vaca Muerta requerirá cerca de US$ 45.000 millones en inversiones en los próximos años. Estas proyecciones apuntan a duplicar la producción de crudo en cinco años y triplicarla hacia 2032, consolidando a la formación como un pilar de la economía energética argentina.

En línea con estos avances, las exportaciones de combustibles y energía en 2024 crecieron un 22,3% respecto al año anterior, alcanzando los US$ 9.677 millones, representando el 12,1% del total exportado por Argentina. Chile fue el principal destino, con exportaciones por US$ 2.844 millones, un aumento del 74,1% respecto a 2023.

Por otro lado, las importaciones de combustibles y lubricantes experimentaron una caída del 49,4% en comparación interanual, totalizando US$ 4.009 millones. Estos datos reflejan una tendencia de mayor autarquía y crecimiento en la producción de hidrocarburos en la región, impulsada por la avanzada tecnología y el volumen de inversiones en el yacimiento.

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