La pulseada de dos empresas por la última joya de YPF en Chubut

La venta de Manantiales Behr, el último activo que YPF mantiene en Chubut, abrió una competencia intensa entre Pecom Capsa-Capex, dos compañías con fuerte presencia en la industria y aspiraciones de consolidarse en la Cuenca del Golfo San Jorge. El proceso, que se encuentra en su tramo final, se da en un contexto de alta sensibilidad política y gremial: el futuro de cientos de trabajadores y la continuidad de la producción en un bloque que es símbolo del petróleo convencional patagónico.

Ubicado en el corazón de la cuenca, Manantiales Behr produce actualmente cerca de 4.000 metros cúbicos diarios de crudo, unos 25 mil barriles por día, y conserva una infraestructura clave que lo convierte en una pieza estratégica para cualquier empresa que busque afianzar su posición en la región. Su historia está asociada al desarrollo del modelo operativo de YPF en el sur, y su traspaso marcará el cierre de una era para la compañía estatal en Chubut.

De acuerdo con fuentes de la industria, Pecom fue la primera en presentar una oferta formal por el bloque en diciembre del año pasado. La empresa del grupo Pérez Companc, que desde hace años busca expandir su portfolio de Upstream en la región, apostó a una propuesta temprana y ordenada, buscando capitalizar su experiencia en operaciones maduras.

Sin embargo, en los últimos meses Capsa se metió de lleno en la negociación y logró el respaldo del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut, un actor con peso decisivo en cualquier traspaso de activos. La principal preocupación en el frente sindical es la continuidad de los empleos y reducir la incertidumbre en una provincia donde la producción convencional viene en declino.

En ese marco, Capsa oficializó su intención de competir a través de un comunicado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), donde dejó en claro que de quedarse con el área activará desde el primer día un plan de perforación y reparación de pozos. “Hoy muchos equipos están parados. Nosotros queremos poner todo eso en marcha desde el día uno”, afirmó Adolfo Storni, gerente general de la compañía, en la Expo Industrial de Comodoro Rivadavia.

El ejecutivo resaltó que la firma tiene una visión “productivista” de la economía y apuntó al valor que representa reactivar los servicios regionales. “Nos da vergüenza tener equipos y gente parada cuando hay un reservorio que se puede desarrollar. Siempre encontramos el acompañamiento de proveedores, contratistas, gremios y empleados para que las cosas se puedan hacer y encajen”, aseguró.

La estrategia de Capsa incluye aprovechar las sinergias con sus operaciones vecinas, lo que le permitiría reducir costos operativos y aumentar la eficiencia productiva. En paralelo, Pecom insiste en su propuesta, que apunta a garantizar una transición ordenada y sostenida por su experiencia en campos maduros.

Mientras YPF define los detalles de la operación, Manantiales Behr se convierte en el escenario de una disputa que trasciende lo empresarial. Su destino marcará un cambio de etapa en la historia reciente de la Cuenca del Golfo San Jorge: la salida de YPF del territorio chubutense y la continuidad de la producción en manos de un nuevo operador que deberá administrar uno de los bastiones tradicionales del petróleo convencional.

La venta de Manantiales Behr se inscribe en la segunda ronda del Plan Andes, parte de la estrategia de YPF para concentrarse en Vaca Muerta y dejar atrás los activos convencionales. Su presidente, Horacio Marín, admitió que el bloque aún tiene potencial en recuperación terciaria, pero señaló que “no puede competir con Vaca Muerta”. La estatal mantendrá una opción sobre el área, aunque su objetivo es convertirse en una compañía 100% no convencional desde 2026.

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