Vaca Muerta: entre la apertura internacional y las negociaciones salariales en Neuquén

En la recta final del año, parte del contexto político y económico de Vaca Muerta se despliega en dos planos: el del posible crecimiento exportador que promete transformar el país, y el de las tensiones domésticas que imponen desafíos políticos locales.

En el plano internacional, el proyecto Argentina LNG dio un paso sustancial para el plan exportador de magnitud del shale: en menos de treinta días, YPFENI y ADNOC, la petrolera estatal de Abu Dhabi, firmarán el acuerdo definitivo de sociedad para la exportación de gas natural licuado (GNL) desde la costa de Río Negro.

El esquema accionario implica un 33% para cada empresa, por lo que se pudo saber. El plan de producción prevé una capacidad inicial de 12 millones de toneladas anuales (MTPA), con la posibilidad de ampliarse hasta 18 MTPA si se suma Shell.

Requerirá unos US$ 30.000 millones para infraestructura y upstream.

Vienen en los próximos días una serie de negociaciones: por un lado, las de las concesiones no convencionales en tres bloques gasíferos de Vaca Muerta (entre Neuquén y las empresas del LNG Argentina); una ley provincial para el gas natural licuado, a la manera de la del VMOS, en la Legislatura y el gobierno provincial de Río Negro; y otra que incluye a la Secretaría de Energía y al área económica del gobierno nacional: se espera que terminen incluyendo el upstream de los pozos de gas en los beneficios fiscales que establece el RIGI.

Son tres pasos que semejan una suerte de llave para que finalmente todo se encamine hacia la búsqueda de financiamiento internacional.

En YPF sostienen que en el arranque de 2026 podrían estar gestionando en la banca internacional los fondos de un crédito que le permita al país transitar el camino que terminará con al menos dos barcos para licuar gas en la costa de Río Negro, en el Golfo San Matías, solo en este tramo del proyecto exportador.

En paralelo, y al regreso de Brasil, el gobierno neuquino desplegó una agenda relacionada al frente externo. El gobernador Rolando Figueroa recibió a representantes de AmCham y a directivos de Brigham Exploration, una compañía texana interesada en ingresar a la Cuenca Neuquina, que ya viene buscando acceder a bloques en la formación Vaca Muerta.

Así como se buscan fondos que incentiven la infraestructura local, que sobrelleva la presión del crecimiento, también se tienta a más actores internacionales para que afiancen el despegue en esa ventana de oportunidades que hoy muestra la prepotencia del crudo y permite avizorar el potencial de los desarrollos de shale gas.

La actividad, escala de hoy

Mientras tanto, la actividad en los yacimientos sigue sumando para la proliferación de nuevas marcas. En octubre se registraron 2.020 etapas de fractura, un aumento del 10,3% mensual y del 12% interanual, según el informe de la Fundación Contactos Energéticos.

Con 19.979 etapas acumuladas en los primeros diez meses del año, 2025 ya es el ciclo más activo desde el inicio del desarrollo shale argentino, ese que le cambió la cara a la industria petrolera.

Los hubs norte y central concentran la mayor actividad, con áreas como Bajo del ChoiqueLos Toldos II EsteLoma Campana y La Amarga Chica, consolidando a Neuquén como epicentro operativo de la producción argentina.

Lo cierto es que Vaca Muerta avanza entre expectativas globales y realidades locales.

El impulso exportador puede redefinir en parte la economía nacional, pero la sostenibilidad interna, en términos fiscales y sociales, será una clave para que ese potencial se traduzca en un crecimiento estable.

Otro capítulo de esa historia comenzó a escribirse esta semana: el gobierno convocó a los principales gremios estatales (ATEATEN y UPCN) para testear un posible acuerdo salarial.

En su primer año, el gobierno de Rolando Figueroa acordó subas salariales trimestrales. El IPC es ese ordenador en cada etapa. Esto evitó frentes de confrontación, sobre todo en la previa de un año en que el gobierno afrontaría su primera elección, la del pasado 26 de octubre, en la que salió segundo a manos de LLA.

La proyección presupuestaria del año anterior se hizo sobre un barril de crudo en torno a los 80 dólares.

Los principales funcionarios de la cartera económica provincial marcaron diferencias respecto del ciclo que se avecina: el de un 2026 con un crudo a la baja en el mercado mundial, con un valor para el cálculo de regalías de unos 55 dólares. El dólar contenido y la inflación conspiran también contra la evolución de esos ingresos provinciales (si bien esos parámetros macro son parte de la base de sustentación del gobierno nacional).

Lo refleja el presupuesto provincial que el Ejecutivo envió a la Legislatura la semana anterior: el superávit que se calcula, en la foto de hoy, caería un 65%. (Por contraste, el año pasado Neuquén achicó su deuda en un 33% por los mayores recursos disponibles).

El escenario, dual, es el siguiente: posibles tensiones locales como contracara del optimismo exportador.

La macroeconomía argentina -y el techo que pone Nación a las paritarias-, y su rebote provincial, esboza fricciones sobre el perfil posible de la licencia social.

Esa que incluye la mirada de la población sobre los grandes números de inversiones millonarias y sobre qué tanto de eso llega al grueso de la ciudadanía. La mirada histórica, de todos modos, ofrece argumentos para volver más claros algunos contextos: hace 15 años los gobernadores neuquinos hacían malabares para pagar aguinaldos. Era la era de la declinación acelerada del convencional. Y Vaca Muerta asomaba recién como objeto del deseo.

Neuquén logró en 2025 un equilibrio social inusual -por ejemplo, sin conflictos docentes significativos-, aunque el escenario 2026 podría complejizarse si la desaceleración de ingresos se combina con nuevas demandas gremiales, en medio de este proceso de expansión sin precedentes en Vaca Muerta.

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