Brasil adquirió principalmente gasóleo este año: sus importaciones se incrementaron 1,7 veces, hasta 4.400 millones de dólares. Además, el país empezó a comprar combustible no aeronáutico por 247,7 millones.
Al mismo tiempo, la nación latinoamericana dejó de comprar a Rusia nafta, necesaria para la petroquímica, pero, por el contrario, multiplicó por 1,5 las importaciones de otros tipos de esta materia prima, hasta 397,7 millones.
Rusia sigue siendo el principal proveedor de productos petrolíferos para Brasil, seguido de Estados Unidos (2.800 millones de dólares); España (541,7 millones de dólares); Países Bajos (497,4 millones de dólares) y Kuwait (459 millones de dólares).