El secretario general del sindicato petrolero de Santa Cruz, Rafael Güenchenen, le envió una carta al presidente de la Nación, Javier Milei, para pedirle que interceda ante el presidente de YPF, Horacio Marín, en su postura para avanzar en la retirada de YPF de las áreas del norte santacruceño.
“La salida de YPF se ha convertido en un proceso envenenado de desprecios y decisiones arteras, marcadas por el abandono de obligaciones y la falta de respeto a la provincia que, durante décadas, fue uno de los principales sostenes productivos de la empresa. No se puede, ni debe, desconocer el aporte realizado por los santacruceños a su crecimiento, valoración y capitalización”, dice el gremio en su carta.
Por ello, habla de argumentos históricos y productivos para advertir que «de ninguna manera vamos a permitir las amenazas del señor Marín al pueblo de Santa Cruz, ni tampoco el menosprecio a los trabajadores petroleros. Los únicos que cobran ‘planes’ son los cargos políticos y el presidente de YPF es uno más de esos que fue puesto a dedo por el Estado, para ganar millones de pesos gracias al esfuerzo y trabajo de los argentinos».
La nota cuestiona además el pasivo ambiental tras 80 años de actividad y cuestiona la decisión de la empresa de paralizar la producción para «abaratar costos y justificar su salida», cuestionando además los argumentos empresarios respecto de las pérdidas en la vecina provincia.
«Todo lo que la empresa dice que pierde es producto de sus propias políticas y de sus errores de planificación -añade la nota gremial-. Está claro que la falta de inversión en Santa Cruz no es fruto de la casualidad, sino de las malas medidas implementadas durante muchos años».
Y reconocen que no se trata de una cuestión de modelos ideológicos, ya que tampoco en la anterior gestión kirchnerista, con el presidente Pablo González al frente de la compañía, la misma logró incrementar sus reservas, como tampoco en lo que va de la actual gestión de Horacio Marín, según reseña el texto sindical.
«Uno con su ‘populismo’ discursivo y el otro con su ‘neoliberalismo’ pragmático -apunta Güenchenen- han hecho demasiado poco por mejorar el trabajo y el desarrollo de la empresa en la provincia. Ahora se acabó el tiempo y quieren que los trabajadores paguen las consecuencias».
AMENAZA DE JUICIO PARA RECLAMAR EL PASIVO AMBIENTAL
Y a continuación se lee el núcleo del planteo: “Por medio de esta carta, y a través de Usted, quiero advertirle al presidente de YPF y a sus accionistas en Wall Street, que no vamos a permitir que la empresa se retire sin cumplir con la deuda ambiental y social que generó. Si no pagan todo lo que corresponde, voy a ser el primero en ir a la Justicia a exigir la indemnización correspondiente. Van a tener que pagar hasta el último peso o dólar que le deban a los santacruceños -señala el dirigente gremial-. Ya YPF tiene un juicio en New York en contra por u$s 16.000 millones, realizado por Burford Capital, debido a las malas decisiones políticas y empresariales adoptadas por el kirchnerismo, ¿ustedes ahora van a sumar otro juicio?”.
“YPF no tiene que subsidiarnos a los trabajadores petroleros absolutamente nada; lo único que pedimos es que se respete nuestro trabajo y nuestra historia -añade, en referencia a los dichos de Marín-. Todos los días, los trabajadores petroleros, nos esforzamos por llevar el pan a nuestra casa, cubriendo turnos y diagramas, haciendo horas extras y pasando días lejos de nuestras familias. La falta de producción no es culpa de nuestra gente, sino de la inoperancia de gente como el Sr. Marín o el Sr. González, y de la corrupción política en el Estado de quienes lo precedieron en esta última década”.
“Los directivos de YPF S.A, mencionan que los yacimientos maduros dejaron de ser rentables debido a los altos costos de extracción, pero omiten mencionar que no existen planes exploratorios hace años, ni inversiones serias que mantengan la producción -señala el texto dirigido al presidente Milei-. Los trabajadores, las empresas pymes de la región, y la familia petrolera, no tienen por qué sufrir por la irresponsabilidad de directivos y funcionarios que representaron a la operadora, que la sobrevaluaron, y le mintieron en la cara al pueblo santacruceño”.
“Aquí, en nuestra tierra, sabemos bien quiénes somos y cuánto valemos. No nos rendiremos. Santa Cruz no aceptará esta degradación -concluye a carta-. Exigimos cambios inmediatos y una gestión que valore y respeto a sus trabajadores. Nuestra provincia no merece menos que eso”.