Vaca Muerta registró un aumento significativo en la producción de petróleo y gas durante el último año, consolidándose como un pilar clave para el país. Este crecimiento marca un hito en el camino hacia la exportación de gas natural licuado (GNL). Si bien los proyectos están en marcha, el mercado tiene una serie de riesgos por su alta volatilidad.
Producción récord
Para trazar un panorama, en 2024, la producción de petróleo en Vaca Muerta creció un 27% en comparación con el año anterior mientras que la de gas aumentó un 23%. El cuarto trimestre cerró con números históricos: la producción de crudo alcanzó un pico de 442,000 barriles por día (bpd) en diciembre, luego de superar los 400,000 bpd en agosto.
Por su parte, la producción de gas alcanzó por primera vez más de 2,500 millones de pies cúbicos por día (Bcfd) en julio, marcando un nuevo récord.
Las exportaciones de crudo Medanito aumentaron al menos un 34% entre 2023 y 2024. Se estima que el 86% de todo el crudo Medanito producido el año pasado tuvo su origen en Vaca Muerta.
Con las mejoras en la infraestructura de gasoductos que conectan Vaca Muerta con los centros de demanda, el país reducirá significativamente su dependencia de las importaciones de GNL. Según los expertos, el país solo necesitará importar pequeñas cantidades de GNL durante los picos de demanda en invierno.
El foco en el GNL
Este avance permite a las empresas locales enfocarse en proyectos para comenzar a exportar GNL, lo que abriría nuevas oportunidades en el mercado internacional.
Sin embargo, los proyectos argentinos deberán sortear un par de obstáculos. El primero consta de sortear un mercado saturado por numerosos proyectos en desarrollo. Esto podría reducir los precios del GNL, afectando la rentabilidad de los proyectos, que todavía no están desarrollados.
El impacto de la transición energética tampoco debe dejarse de lado. La adopción de energías limpias y gases de bajas emisiones, impulsada por políticas globales de descarbonización, podría limitar el crecimiento de la demanda de gas natural.
Costos y dependencia de Asia
El principal problema de Vaca Muerta serán los costos logísticos. La evaluación de los proyectos de GNL ha marcado una y otra vez que Argentina está lejos de los principales centros de demanda, como Asia y Europa, lo que implica mayores costos de transporte. Aunque se esperan mejoras en la eficiencia de la flota de buques metaneros, este factor sigue siendo un desafío clave.
Si bien el mercado por excelencia para el shale gas argentino es Asia, hay que poner un asterisco debido a que los países de la región podrían optar por contratos con proveedores más establecidos o reducir su dependencia del gas natural en favor de energías más limpias, limitando las oportunidades para Argentina.
Los proyectos de GNL de Vaca Muerta enfrentan un mercado global competitivo y volátil, con riesgos como la caída de precios, la transición energética y los altos costos logísticos. Para mitigar estos desafíos, será clave reducir costos, mejorar la eficiencia y asegurar acuerdos comerciales a largo plazo.