Frente a una escena internacional atravesada por la incertidumbre económica, tensiones comerciales y una demanda creciente por metales críticos, la World Copper Conference 2025 volvió a ofrecer un pantallazo clave del estado de la industria cuprífera en el mundo. Organizada por CRU, la cumbre reunió durante tres jornadas, en el Hotel W de Santiago, a más de 300 ejecutivos, analistas, CEOs y representantes gubernamentales, en una edición atravesada por los sucesos de última hora acontecidos en el ámbito de la geopolítica.
Por Panorama Minero
Aunque la agenda oficial del evento abarcó tópicos como sustentabilidad, innovación tecnológica, análisis de oferta y demanda, y proyecciones de inversión, hubo un eje transversal que se impuso en los pasillos, paneles y conversaciones privadas: la coyuntura global y su impacto en los flujos comerciales. En particular, la creciente imposición de aranceles en mercados estratégicos y las medidas proteccionistas que afectan la cadena de suministro del cobre fueron motivo de análisis constante, incluso sin estar formalmente en el programa.
“Hoy el cobre no es solo un commodity: es un recurso geopolítico, crítico para la libertad de los países. Ya no tan alineado a nociones como las del Acuerdo de París, sino más bien a la seguridad nacional”, sintetizó uno de los principales oradores durante la jornada central del evento, donde se abordaron los desafíos de fijación de precios y los efectos de los desequilibrios macroeconómicos. La afirmación encontró eco durante los tres días de conferencias, donde quedó claro que la minería dejó de ser una industria extractiva para convertirse en un pilar estratégico en términos de estabilidad, defensa y competitividad económica.
El segundo día estuvo dominado por las voces de los grandes jugadores globales. Ejecutivos de Codelco, Rio Tinto, Freeport-McMoRan y Antofagasta Minerals compartieron perspectivas sobre la desaceleración de nuevos proyectos, la necesidad de permisos más ágiles y las dificultades para expandir capacidad en contextos regulatoriamente complejos. Fue uno de los paneles más enfáticos en advertir sobre el riesgo de una brecha de suministro si no se acelera el desarrollo de nuevas iniciativas en la región andina.
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En paralelo, la conferencia puso especial énfasis en el vínculo entre el cobre y el contexto global futuro. El despliegue de vehículos eléctricos, las redes de transmisión y los sistemas de almacenamiento convierten al metal rojo en un insumo insustituible. Esa perspectiva fue abordada no solo desde el lado de la demanda, sino también como una oportunidad para que los países productores consoliden cadenas de valor locales y refuercen su posición en un mercado que, se espera, seguirá creciendo.
Además, el panel “Market and price outlook”, moderado por Erik Heimlich (CRU), reunió a analistas de primer nivel como Nicholas Snowdon (Mercuria), Robert Edwards (CRU) y Tom Mulqueen (Citi). Allí se abordó el escenario de precios en medio de un contexto dominado por la volatilidad geopolítica, los cambios en las cadenas de suministro global y la presión creciente de los países consumidores por asegurar recursos críticos. La posibilidad de un déficit estructural de cobre, combinada con flujos comerciales alterados, demuestra que los fundamentos tradicionales del mercado están siendo desafiados.
Más temprano ese día, el panel titulado “Security of Supply Imperative as a Key Driver of Change in the Copper Market”, con la participación de Mikael Staffas (Boliden), Simon Morris (CRU), Raman Randhawa (Capstone Copper), Victor Gobitz (Quellaveco) y Heimlich, analizó el rol del cobre como insumo esencial para la electrificación, la digitalización y las metas climáticas globales. Durante estos bloques se abordaron distintos ejes vinculados a cómo los Estados están pasando de ser reguladores a actores directos en la estrategia minera, reposicionando al cobre como un recurso vinculado a la seguridad nacional y la competitividad industrial. En ese marco, se discutió el peso de las decisiones sobre propiedad de recursos, integración vertical, nuevas formas de financiamiento y estrategias de M&A.
El cierre del evento acarreó el mismo tono geopolítico de toda la semana. Titulado «Keynote panel – Chinese copper market and overseas investments», el debate incluyó a Zuo Geng (Chief Researcher del Economic Research Institute of China), Tianyu He (Senior Analyst de CRU) y Shujun Ma (Chairman del CIMM Group), quienes analizaron el papel dominante que China ocupa en el mercado global y su estrategia para asegurar nuevas fuentes de cobre, tanto domésticas como en América Latina y África. Quedó en evidencia que China no solo es el principal consumidor: también define el equilibrio comercial y dicta condiciones de inversión en los mercados emergentes.
Así, la World Copper Conference 2025 confirmó que el cobre ya no puede analizarse sólo como un metal con alto potencial económico. Es, cada vez más, un recurso crítico que define agendas políticas, determina alianzas estratégicas y obliga a repensar el equilibrio entre inversión, regulación y desarrollo sustentable.