En octubre el nivel de subsidios llegó a los u$s448 millones, pero durante los primeros diez meses de 2025 cayeron un 44% respecto al mismo período de 2024.
Los subsidios destinados al sector energético de la Argentina alcanzaron los u$s3.183 millones en el período comprendido entre enero y octubre de 2025, según datos oficiales relevados por la consultora especializada Economía y Energía. Esta cifra representa el nivel de erogaciones más bajo para los primeros diez meses del año desde el registro de u$s3.700 millones en 2019.
Al observar la distribución de los u$s3.183 millones ejecutados hasta octubre de 2025, se confirma la fuerte centralidad del sector eléctrico y de hidrocarburos. La mayor parte de los recursos se concentró en dos componentes principales, es decir en la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y la estatal Energía Argentina (Enarsa).
El componente más relevante fue el destinado a Cammesa que totalizó u$s2.283 millones. Esto representa la porción mayoritaria de los subsidios con un 71,7% del total erogado y que explica la preocupación de gobierno por la normalización de esta compañía, que fue ganando intermediación en el sistema a lo largo de las últimas dos décadas.
En segundo lugar, se ubican los subsidios formalizados a través de Enarsa con una asignación de u$s631 millones y un 19,8% del total. Los componentes menores sumaron u$s269 millones, de los cuales u$s103 millones correspondieron al rubro Plan Gas, y u$s166 millones en el resto de las erogaciones.
El menor nivel de subsidios desde 2019
El análisis de la evolución histórica muestra una marcada reducción de los montos destinados a este fin desde 2022. La serie de los primeros diez meses de cada año refleja un pico histórico en 2022, cuando los subsidios ascendieron a u$s10.749 millones.
A este punto máximo de la serie reciente, devino una caída que a partir de 2022 pasó a los u$s8.554 millones en 2023 y a los u$s5.708 millones en 2024. El mínimo de la serie son los u$s3.183 millones actuales, que implican una contracción de casi el 70% respecto al pico de 2022, y sitúan el gasto incluso por debajo de los u$s3.700 millones de 2019.
El nivel de gasto en subsidiar a la demanda de gas y electricidad refleja, actualmente, la coexistencia de múltiples sistemas de asistencia al usuario. La más reciente es la segmentación de usuarios según nivel de ingresos (N1, N2, N3) para luz y gas, el régimen de Tarifa Social, y el Régimen de Subsidios de la Zona Fría.
En este sentido, el Gobierno nacional pretende encaminarse en 2026 hacia un único régimen de subsidio para el gas natural y la energía eléctrica. Este nuevo esquema se diseñará para ser «lo más focalizado posible», reduciendo los grupos a solo dos.
En primer lugar, se busca llegar a aquella parte de la población con menores ingresos que realmente necesita el apoyo estatal, y por el otro al resto de la población, es decir, aquellos consumidores residenciales que no requieren subsidio.
La definición precisa del nuevo umbral de ingresos que dividirá a estos dos grupos está actualmente en estudio y próxima a definirse, aseguró la Secretaria.
