Nord Stream 1 y 2 podrían dejar de funcionar definitivamente y tienen 4 fugas de gas

El Nord Stream 1 y 2 podría dejar de funcionar definitivamente. Las autoridades alemanas consideran que las cuatro fugas detectadas han dejado inutilizado para siempre el gasoducto, informó hoy el medio español 20 minutos.

Las valoraciones que se están llevando a cabo muestran que los daños no se pueden reparar rápidamente y las aguas marinas se filtrarían en las tuberías, lo que provocaría una corrosión irreversible. El agua salada perjudica seriamente el acero, que es el material utilizado en esta infraestructura.

Normalmente, el acero de carbono cuesta unos 500 dólares la toneladas, mientras que el inoxidable, ronda los 2.000 dólares. Esto quiere decir que este último es cuatro o cinco más veces más caro que el de carbono. En obras de tanto tamaño, como es el caso de Nord Stream, se suelen usar materiales de menor precio para abaratar los costos.

“Como prevención, para evitar que ocurran posibles fallos en el revestimiento, los gasoductos suelen estar dotados de un sistema de protección catódica“, añade el experto. Lo más normal es emplear ánodos de sacrificio para que no se produzca corrosión en el tubo.

El problema surge cuando ocurren incidentes como el del Nord Stream, en el que las fugas permiten la entrada de agua salada al interior de las tuberías. Esto las daña, las corroe e imposibilita transportar el gas natural. “Es por los cloruros que tiene el agua del mar, que debilitan el acero de carbono”, comenta el experto.

Los interiores de los tubos no llevan ningún tipo de protección porque no van a estar expuestos al agua marina. Con las explosiones del Nord Stream, estas infraestructuras entran en contacto con el agua salada y se produce la corrosión.

“Si la tubería está dañada, hay que cambiarla por otra nueva. No se puede arreglar“, asegura Miranda. Con el tiempo, la infraestructura se podría agujerear, producir nuevas fisuras y, de nuevo, tener nuevas fugas.

“Si el material se ha dañado, hay que sustituir ese tramo por una nueva tubería”, recalca.

  • Más de mil kilómetros de tuberías

Nord Stream fue construido en el 2010 a través de un consorcio internacional de cinco grandes empresas que se estableció cinco años antes para la planificación, construcción y operación de dos gasoductos de gas natural de 1.224 kilómetros a través del Mar Báltico, 1.220 mm de diámetro y 22 megapascales de presión.

Cada tubo de acero tiene unos cuatro centímetros de grosor y está recubierto de hasta 11 de hormigón, lo que supone que cada tramo de 12 metros pese unas 24 toneladas. Además, cada línea del Nord Stream consta de aproximadamente 100.000 tubos de acero de 12 metros de largo, revestidos de 24 toneladas de hormigón.

La estructura de Nord Stream 1 se basa en dos ramales paralelos con una capacidad total de 55 millones de metros cúbicos. El gasoducto se extiende desde la bahía de Portovaya, cerca de la ciudad rusa de Vyborg, hasta la costa alemana de Lubmin, cerca de Greifswald. Su capacidad le ha permitido transportar hasta 170 millones de metros cúbicos de gas a diario.

La construcción de Nord Stream 2 finalizó a finales del 2021. Se extiende a lo largo de 1.230 kilómetros y su construcción, de manera paralela al primer gasoducto, se hizo con el objetivo de duplicaría la capacidad de transporte. Lo que se pretendía era alcanzar los 110.000 millones de metros cúbicos anuales de gas entre Rusia y Alemania.

  • Los protagonistas de la guerra con Ucrania

A principios de este mes de septiembre, el Nord Stream 1 dejó de operar. En verano tan solo transportaba un 20% de su capacidad total y Gazprom, que es el mayor accionista del consorcio, comenzó a realizar cortes injustificados de gas. La Unión Europea interpretó esto como un castigo por las sanciones que se le habían impuesto al país por la invasión de Ucrania.

El parón definitivo llegó el pasado 2 de septiembre. El gigante ruso anunció un corte de suministro indefinido por problemas técnicos que imposibilitaban su reapertura. Lo hizo como respuesta a los topes al precio del gas importado desde Rusia.

La segunda fase del proyecto, el Nord Stream 2, nunca llegó a estrenarse, a pesar de que ya se encontraba llena de gas. El motivo fue que se quedó bloqueada por decisión del canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz. Esta infraestructura fue el centro de las sanciones que Estados Unidos y sus aliados impusieron a Moscú por la invasión a Ucrania. Sin la correspondiente certificación, este gasoducto no podía operar, por lo que nunca entró en funcionamiento.

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