Biden furioso con Exxon porque ganó 56 mil millones de dólares y no quiso bajar la nafta

Joe Biden tenía razón: Exxon Mobil sí «gana más plata que Dios». La frase, dicha por el primer mandatario en junio del año pasado se confirma trimestre tras trimestre cuando la petrolera informa al mercado sus resultados y sus balances. La compañía dirigida por Darren Woods tuvo una ganancia neta de 56.000 millones de dólares en el 2022, un número que hizo estallar la ira de la Casa Blanca, que acusa a Exxon de haberse beneficiado de la crisis por la guerra en Ucrania, para embolsar cada vez más dinero en perjuicio de los consumidores.

Mediante un comunicado, difundido por la agencia Reuters, la Casa Blanca sostuvo que el margen de ganancias fue particularmente irritante ya que los estadounidenses pagaron altos precios por la gasolina.

Newsom choca otra vez con las petroleras por el precio de la gasolina y difunde datos de sus ganancias millonarias«Los últimos informes de ganancias dejan en claro que las compañías petroleras tienen todo lo que necesitan, incluidas ganancias récord y miles de permisos no utilizados pero aprobados, para aumentar la producción, pero en lugar de eso, eligen invertir esas ganancias para llenar los bolsillos de ejecutivos y accionistas mientras los republicanos fabrican excusa tras excusa para protegerlos de cualquier responsabilidad», afirmó la Casa Blanca.

Los últimos informes de ganancias dejan en claro que las compañías petroleras tienen todo lo que necesitan, incluidas ganancias récord y miles de permisos no utilizados pero aprobados, para aumentar la producción, pero en lugar de eso, eligen invertir esas ganancias para llenar los bolsillos de ejecutivos y accionistas.

En efecto, Exxon Mobil obtuvo ganancias netas por 6,3 millones de dólares por hora durante todo el 2022,  estableciendo no solo un récord de la compañía sino un máximo histórico para la industria petrolera occidental.

Pero ese no será el único sinsabor para Biden: se espera que las grandes petroleras (Chevron, BP, Shell y TotalEnergies) rompan sus propios récords anuales por los altos precios y el aumento de la demanda, elevando su ganancia combinada a cerca de 200.000 millones de dólares.

Obviamente que la escala ha renovado las críticas a la industria petrolera y ha provocado llamados para que más países impongan impuestos a las ganancias inesperadas de las empresas.

El mismo Biden es el abanderado de la crítica punzante contra las petroleras. Las acusa de obtener una «ganancia inesperada de la guerra», al tiempo que se negaban a ayudar a bajar los precios de la gasolina para los consumidores estadounidenses. En se momento surgió la frase «Exxon ganó más dinero que Dios», dicho por Biden.

Biden es el abanderado de la crítica punzante contra las petroleras. Las acusa de obtener una «ganancia inesperada de la guerra», al tiempo que se negaban a ayudar a bajar los precios de la gasolina para los consumidores estadounidenses.

Claro que la compañía también se defiende de las críticas oficiales. La directora financiera de Exxon, Kathryn Mikells, respondió a las críticas sobre las ganancias inesperadas de la industria y sugirió que la respuesta no es aumentar los impuestos. «Observamos el impuesto de la Unión Europea sobre el sector energético, y saben, es simplemente una política ilegal y mala tratar de gravar algo, cuando lo que realmente se necesita es que aumente», dijo Mikells. «Tiene el efecto opuesto de lo que estás tratando de lograr», le sugirió.

La Casa Blanca ya se había cruzado con Chevron, dirigida por Mike Wirth (otro empresario que le hizo frente públicamente a Biden) hace unos días atrás cuando la compañía dijo que triplicaría su gasto en recompra de acciones a 75.000 millones de dólares durante cinco años. Un camino que se espera que sigan otras grandes petroleras, dada las ganancias récord.

«Las empresas claramente tienen todo lo que necesitan (ganancias récord y miles de permisos aprobados) para aumentar la producción», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Abdullah Hasan, en un comunicado. «Lo único que se interpone en el camino es su propia decisión de seguir invirtiendo ganancias extraordinarias en los bolsillos de ejecutivos y accionistas en lugar de utilizarlas para aumentar la oferta», advirtió.

Wirth el año pasado hasta publicó una carta abierta hacia el presidente para pedirle que trabaje junto a las compañías en lugar de enfrentarse a ellas. Recientemente consideró que las ganancias de las petroleras eran «modestas» y que imponer más impuestos sería algo innecesario. Saben las petroleras que con los republicanos ganando una de las dos cámaras es imposible que pase alguna legislación en contra de las compañías.

Compartir nota:
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Facebook

Contenido exclusivo para socios

¿Todavía no sos socio?