Hay al menos dos pozos en Vaca Muerta que debieron paralizarse por las complicaciones en las trabas a las importaciones de insumos claves, que desde al año pasado afecta a la industria petrolera y que ponen en riesgo el crecimiento que muestra el sector desde la salida de la pandemia.
Según indicó en diálogo con Más E, Ernesto Díaz, vicepresidente para Latinoamérica de la consultora Rystad Energy, hay “dos pozos frenados por falta de piezas en los equipos de perforación direccional, que ya es un tema que viene de hace rato, pero me da la impresión que sucede por olas. De a ratos pueden traer las piezas, pero después hay un periodo que se frena, hasta que vuelven a abrir la puerta”.
Agregó que las compañías de servicios “no llegan a abastecerse y pasan estas cosas, que procesos que no deberían frenarse y tener una actividad continua como la perforación, que teniendo los equipos y la gente, se frenan porque faltan piezas. Me consta que viene del año pasado, pero sucede por olas”.
Díaz comentó que, como las empresas de servicio no tienen línea directa con el gobierno nacional, son las que tienen mayores complicaciones para acceder a las importaciones, lograr giro de divisas, o acceder al dólar oficial, “pero son las que en definitiva sostienen la operación”.
Una de las grandes dificultades para el sector es que el Canal Verde para facilitar las importaciones que habilitó el ministro de Economía, Sergio Massa, sólo funciona para las operadoras y no para las compañías de servicios ni pymes. Las empresas de servicios no tienen autorización para sacar dólares para la compra de repuestos, y entran en incumplimiento de contratos, lo que conlleva cortocircuitos con las operadoras.
Además, los repuestos se frenan en Aduana una vez que llegan al país.