«Hasta ahora no tuvimos influencia sobre las cuotas, pero si permaneciéramos en la OPEP, sufriríamos las consecuencias de la decisión de respetarlas», dijo el funcionario angoleño.
«Creemos que Angola actualmente no gana nada con permanecer en la organización y, en defensa de sus intereses, decidió irse», aseguró De Azevedo, según un comunicado oficial del Gobierno.
Y añadió que, de permanecer en el organismo, Luanda se vería «obligada a reducir su producción [del hidrocarburo]». En ese sentido, recordó que se trata de la determinación de una nación soberana, que, además, no fue «tomada a la ligera».
«Siempre hemos cumplido nuestro deber, pero Angola considera oportuno marcharse. Creemos que llegó el momento de que nuestro país se concentre más en sus objetivos», señaló.
Los precios del petróleo llegaron a caer más de 1 dólar por barril este 21 de diciembre, después de que Angola dijo que abandonará la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), lo que generó dudas sobre la unidad del grupo liderado por Arabia Saudita.
El 30 de noviembre, los países de la OPEP y 10 productores independientes decidieron reducir voluntariamente la producción de petróleo en un total de 2,2 mb/d hasta finales del primer trimestre de 2024.
Sin embargo, los precios del crudo permanecieron estancados en su nivel más bajo desde mediados del año (entre 70 y 80 dólares por barril), aunque se mantienen por encima de la media del último lustro.
En ese contexto, Nigeria y Angola, considerados como los miembros africanos más relevantes del organismo, mostraron su rechazo por sus cuotas en la última reunión ministerial que, finalmente, tuvo que ser aplazada por la falta de consenso.