La OPEP+, integrada por los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados como Rusia, ha decidido posponer un aumento planificado en la producción de crudo de 180 mil barriles por día debido a la reciente caída en los precios del petróleo.
Esta medida, que inicialmente estaba prevista para implementarse el próximo mes, fue tomada después de que el crudo registrara una caída del 5%, la mayor en cuatro meses, debido a una desaceleración en la demanda global.
El mercado reaccionó favorablemente a esta decisión, con el precio del barril Brent subiendo un 1.70% hasta los 73.90 dólares y el barril West Texas aumentando un 1.97%, alcanzando los 70,56 dólares. La decisión de la OPEP+ responde a la incertidumbre sobre la demanda en las principales economías, particularmente en China, donde los recientes datos de actividad manufacturera sugieren una desaceleración en el consumo de crudo. Goldman Sachs ha anticipado una disminución significativa en la demanda de petróleo por parte de China.
Además, factores como las preocupaciones sobre la economía estadounidense y los apagones en Libia, miembro de la OPEP, también han generado incertidumbre en el mercado. Libia ha enfrentado conflictos internos que han afectado su producción, lo que ha aumentado las preocupaciones sobre la estabilidad del suministro global.
El recorte de 2.2 millones de barriles diarios que fue implementado por países como Arabia Saudita, Rusia y Emiratos Árabes Unidos a lo largo del segundo y tercer trimestre estaba programado para finalizar este mes, pero ante la situación actual, la OPEP+ ha optado por retrasar el aumento de producción. Esta decisión tiene como objetivo estabilizar los precios ante el entorno incierto de la demanda global.