Los productores de petróleo y gas de Estados Unidos no planean un aumento drástico en la producción, incluso con Donald Trump como presidente electo. Las empresas del sector mantienen su enfoque en la disciplina financiera, según afirmó Liam Mallon, responsable del área upstream de ExxonMobil, durante la conferencia Energy Intelligence Forum en Londres.
“No veremos a nadie en modo ‘perforar, perforar, perforar’”, aseguró Mallon. Según el ejecutivo, un cambio radical en los niveles de producción es poco probable porque “la gran mayoría está centrada en la economía de sus operaciones. Mantener la disciplina, mejorar la calidad y aprovechar los datos limitará de manera natural el crecimiento”.
Mallon también señaló que una flexibilización en los permisos de tierras podría dar un impulso a corto plazo a la producción, pero no cambiaría la estrategia general.
La política de Trump
Durante su campaña, Trump prometió potenciar la producción doméstica de petróleo y gas. Según información de la agencia Reuters, el equipo de transición del flamante presidente está preparando un paquete energético integral que se implementará en los primeros días de su mandato.
Estados Unidos ya lidera la producción mundial de petróleo, impulsada por el auge del shale, con más de 13 millones de barriles diarios a principios de este año. Sin embargo, las empresas del sector mantienen un enfoque cauteloso, priorizando la rentabilidad sobre un crecimiento desmedido.