La reacción de diversas asociaciones y políticos locales llega luego de que el presidente electo de EEUU afirmó el 25 de noviembre que impondría una tasa de 25% a todos los productos importados desde México y Canadá como una de sus primeras medidas.
Lisa Baiton, directora de la Asociación Canadiense de Productores de Petróleo, declaró el 26 de noviembre que un arancel del 25% sobre el petróleo y el gas natural «probablemente resultaría en una menor producción en Canadá y mayores costos de gasolina y energía para los consumidores estadounidenses».
Además, advirtió que dicho escenario, que Trump dijo materializaría a través de un decreto una vez que regrese a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, «amenazaría la seguridad energética de América del Norte».
Hablando con el diario Financial Times, Rory Johnston, analista de Commodity Context, una consultora de energía con sede en Toronto, también dijo que si el mandatario aplica aranceles a las importaciones de petróleo, el principal efecto sería un aumento instantáneo de los precios de la gasolina en Estados Unidos y unos márgenes de refinación —es decir, de ganancia entre costo de materia primera y producto vendido— más exiguos para las empresas de su propio país.
Por su parte, Danielle Smith, primera ministra de Alberta, provincia donde se produce la mayor parte del petróleo canadiense, dijo al medio que Trump tenía «preocupaciones válidas relacionadas con actividades ilegales en nuestra frontera compartida,» pero pidió al Gobierno de Justin Trudeau, que informó haber mantenido una comunicación telefónica con el presidente electo de EEUU en la noche del 25 de noviembre, trabajar con la administración entrante para resolver estos problemas «de inmediato».
Vale recordar que la industria petrolera de Canadá suministra más de la mitad de las importaciones de crudo de Estados Unidos y es su segundo socio comercial más importante solo detrás de México, habiendo importado más de 418.000 millones de dólares en bienes de Canadá en 2023.
En tanto, la Asociación de Fabricantes Estadounidenses de Combustibles y Petroquímicos, el principal grupo industrial que representa a las refinerías estadounidenses, advirtió sobre el posible efecto en los consumidores del país que la batalla comercial anunciada por Trump podría generar.
«Las políticas comerciales generales que podrían inflar el costo de las importaciones, reducir los suministros accesibles de materias primas y productos petroleros o provocar aranceles de represalia tienen el potencial de impactar a los consumidores», alertó la asociación en un comunicado.