Con precios actuales cerca de los 60 dólares, el negocio aún es atractivo, pero una caída de 10 dólares reduce significativamente el margen, dejando menos flujo disponible para reinvertir.
El primero en vaticinar que Vaca Muerta es redituable pese a la baja del Brent fue Horacio Marín. El presidente y CEO de YPF destacó que la roca madre puede desarrollarse con un barril a 45 dólares y le quitó dramatismo a la situación. “Obviamente ganaremos menos, pero no vamos a perder”, afirmó.
El pope de la empresa de mayoría estatal manifestó que la energía se debe pensar a largo plazo y que a lo largo de su historia el barril de petróleo se situó en diferentes precios. “Yo he visto 8 dólares el barril, menos 36. Lo he visto bajar, subir, bajar, subir. Y esto es de largo plazo”, consideró.
Marín ponderó el estado de la compañía y sostuvo que es resiliente a un barril a menos de 45 dólares para desarrollar Vaca Muerta. “Lo podemos hacer a un precio todavía mucho más bajo. Mucho más bajo que esto lo podemos desarrollar. Por supuesto ganamos menos plata. Pero no perdemos plata. Y se puede desarrollar. Eso es lo que se llama break-even price en la jerga petrolera”, explicó.
La inestabilidad del Brent
“El concepto es volatilidad. Nosotros venimos poniendo en valor Vaca Muerta desde todos los ángulos de volatilidad de mercados, tanto internacional como local”, explicó Matías Weissel, director de operaciones de Vista Energy durante las Jornadas de Energía, que organizó el diario Río Negro.
La compañía desarrolló una estrategia basada en la resiliencia y la competitividad. Weissel la descompone en dos grandes ejes: eficiencia operativa y reducción de costos unitarios. “En estos 10 años de desarrollo de Vaca Muerta, hemos llegado a niveles muy similares a los del Permian, el benchmark típico, tanto en perforación como en fractura”, señaló.
No obstante, reconoció que aún hay un camino por recorrer en lo que respecta a costos. “Hoy, herramientas o servicios en la cuenca neuquina están un 30% o 40% por encima de lo que cuestan en Midland (Texas)”, indicó.
La explicación radica en la falta de competencia. Mientras que en Estados Unidos existen decenas de proveedores por categoría, en Argentina solo están presentes las compañías más grandes. “Eso obliga a cerrar contratos a largo plazo y garantizar niveles de utilización, lo que encarece todo”, detalló.
Frente a este escenario, Vista apuesta por la innovación tecnológica. Un ejemplo es el uso de arena húmeda (WetSand) en las fracturas, lo que permite ahorrar costos logísticos y reducir la huella de carbono. También incorporaron dos equipos de perforación totalmente electrificados, que ya no dependen de gasoil. “Mucho foco en eficiencia para llegar a niveles de competitividad hasta que la macro argentina permita las condiciones para una competencia como en Texas”, resumió Weissel.