Las aportaciones de Pemex al erario bajan con el nuevo Derecho Petrolero para el Bienestar. En junio, se recaudó 21% menos que en febrero.
Desde la entrada en vigor del nuevo Derecho Petrolero para el Bienestar (DPB), las aportaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) a las finanzas públicas han mostrado una tendencia descendente, pese a algunos incrementos interanuales. En junio de 2025, Pemex entregó 15 mil 459 millones de pesos (mmdp) por el DPB, un aumento significativo de casi 180% frente a los 5 mil 538 mmdp del mismo mes de 2024. No obstante, esta cifra representa una caída del 21% respecto a febrero, cuando reportó 19 mil 586 mmdp.
Este comportamiento refleja el impacto de los cambios fiscales aprobados tras la reforma constitucional energética de 2024 y sus respectivas modificaciones en leyes secundarias en 2025. Con esta reforma, se eliminaron los anteriores Derechos de Exploración (DEXPHI) y Extracción de Hidrocarburos (DEXTHI), y se transformó el Derecho por la Utilidad Compartida (DUC) en el nuevo DPB.
Cabe recordar que en 2024, Pemex no entregó aportaciones por el DUC durante junio, julio, agosto ni septiembre, lo que ya generaba preocupación sobre su capacidad de contribuir a las finanzas del Estado.
Del lado del sector privado, las aportaciones siguen siendo bajas. En junio de 2025, las empresas privadas entregaron 2 mil 756 mmdp, lo que representó una caída de 126 millones de pesos o 4.3% respecto a junio del año anterior. Este monto es, además, el segundo más bajo del año, lo que refleja un entorno de menor producción o precios poco favorables, además de cierta desinversión en el sector.
En conjunto, la recaudación petrolera total del mes fue de 18 mil 246 mmdp, siendo la más baja de todo 2025. Esto dejó un faltante de 4 mil 832 mmdp respecto a los 23 mil 78 mmdp que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) había programado, es decir, solo se cumplió con el 79% de lo esperado.
Estos resultados ponen en evidencia la fragilidad del nuevo esquema fiscal, así como los desafíos estructurales de Pemex para sostener su papel como fuente principal de ingresos públicos. El futuro de la recaudación petrolera dependerá no solo del comportamiento del mercado internacional, sino también de la eficiencia operativa, disciplina financiera y políticas de incentivo a la inversión en el sector.