Contratos con altas regalías de la Ronda 1.3 podrían migrar a modelos mixtos con Pemex bajo el nuevo reglamento del sector hidrocarburos, afirman especialistas.
Ante el nuevo Reglamento de la Ley del Sector Hidrocarburos, algunos contratos derivados de las rondas petroleras podrían ser reasignados a Petróleos Mexicanos (Pemex), en particular aquellos donde participaron empresas mexicanas con regalías muy elevadas y bajo cumplimiento de inversiones o producción. Esta posibilidad, contemplada en la figura de recesión administrativa, permitiría al Estado cancelar contratos incumplidos y asignarlos directamente a Pemex, quien podría desarrollarlos solo o en asociación con un privado.
Varios contratos asignados en la Ronda 1.3 —creada para fomentar el desarrollo de una industria nacional — fueron obtenidos por empresas de servicios con poca experiencia operativa directa. Al participar en licitaciones, muchas de estas compañías aceptaron regalías excesivas, en algunos casos de hasta 80 %, lo cual ha hecho financieramente inviable la operación de los bloques.
Frente a este escenario, el Reglamento abre una vía para que estas empresas no renuncien a sus contratos, sino que consideren un nuevo esquema: asociarse con Pemex, ya sea como operador, asesor o socio financiero. Aunque el documento legal no especifica los roles con claridad, se trataría de contratos de tipo mixto, similares a los llamados “Contratos de Desarrollo Mixto” que han sido impulsados recientemente por el Gobierno federal.
Desde la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), su director general, Merlín Cochran, minimizó la preocupación en la industria al señalar que los escenarios previstos por el Reglamento requieren que se cumplan múltiples condiciones. Sin embargo, reconoció que esta disposición ha abierto una nueva conversación con la Secretaría de Energía (Sener) para revisar modelos fiscales y buscar mayor viabilidad económica en ciertos contratos.
Cochran aclaró que no todas las empresas involucradas están afiliadas a Amexhi y que cada compañía deberá evaluar si migrar a un contrato mixto con Pemex representa una mejora en su régimen fiscal o una oportunidad operativa viable. Subrayó que se trata de un asunto comercial que dependerá exclusivamente de la voluntad de cada empresa y de las condiciones específicas de su contrato.